En el 2000, el país centroamericano padeció de brotes de este mal bajo la cepa H5N2. Hoy en día, el 61 por ciento de ese territorio cuenta con declaratoria de libertad al respecto.
La Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN) informó que el año entrante se daría la declaratoria de esta nación como territorio libre de influenza aviar para la cepa H5N2, virus que se detectó allí hace 18 años. Hasta el momento, tres regiones chapinas gozan de esta condición, “logrando con ello la apertura de nuevos mercados internacionales”.
De acuerdo con el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala, Mario Méndez, “la meta es declarar libre de la enfermedad al país en 2019, pues actualmente la cartera trabaja en las regiones centro, sur y occidente para lograr dicho cometido”. Los departamentos libres de esta enfermedad a la fecha son Petén (diciembre del 2016), Alta Verapaz y Baja Verapaz (noviembre 2017) y la región nororiente, Chiquimula, Izabal, Jalapa, Jutiapa y Zacapa (2017).
María del Rosario de Falla, presidenta de la junta directiva de la Asociación Nacional de Avicultores de Guatemala (Anavi), destacó ante la AGN que “el trabajo público-privado ha logrado, en tres años, un avance del 61 por ciento para liberar territorios de la gripe aviar. Las alianzas público-privadas son necesarias para potencializar un país, esta alianza ha permitido vigilar las zonas fronterizas del país”.
La producción avícola de Guatemala es de 56.4 millones de aves de traspatio y producción tecnificada. Se estima que el 65 por ciento de la proteína animal que consumen los guatemaltecos proviene de la avicultura. El sector representa el 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y el 8 por ciento de la producción agropecuaria.
En el marco del combate contra la influenza aviar en Guatemala, en 2017 fueron decomisados y destruidos 751,300 huevos, sacrificadas 16,000 aves e incautadas y destruidas 121,546 libras de pollo faenado, según información del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.