Certifican en bienestar animal a granja de Triple A

Las instalaciones corresponden a galpones de ponedoras ubicados en zona rural del municipio colombiano de Piedras, en del departamento del Tolima (centro del país).

Con el sello Certified Humane, galpones de la granja Teucali fueron avalados como cumplidores de estándares internacionales en bienestar animal. Esta instalación pertenece a Avícola Triple A, una de las tres mayores productoras de huevo de mesa en Colombia y adscrita al conglomerado agroindustrial Grupo Bios.

La noticia fue confirmada por la empresa avícola y la entidad certificadora, que en este caso es el Instituto Certified Humane, el cual opera desde Brasil para América Latina, promoviendo el programa de bienestar animal de la ONG estadounidense Humane Farm Animal Care (HFAC).

De acuerdo con el boletín conjunto, el sello Certified Humane reconoce buenas prácticas en bienestar animal desde hace 16 años. A la fecha, 203 agroindustrias en 15 países han certificado sus procesos en la cría de distintos animales de granja (gallinas, pollos, cerdos, vacas, cabras, ovejas, pavos, etc.).

Triple A es la primera empresa colombiana en obtener dicho sello. La granja Teucali y sus galpones certificados son entonces una de las más de 6,000 granjas que la HFCA asegura han obtenido el sello Certified Humane. Afirman los involucrados que esta certificación habría avalado la crianza de 1,031 millones de animales desde 2003; solamente en 2018, fueron 196 millones de animales.

Con el sello alcanzado por Triple A, Colombia se une a Estados Unidos, Argentina, Australia, Nueva Zelanda, Brasil, Canadá, Chile, Perú, México, Jordania, Uruguay, Singapur, Malasia y la ciudad china de Hong Kong, a la lista de países o territorios que cuentan con agroindustrias certificadas bajo esta metodología.

De acuerdo con la HFAC, el sello de Certified Humane en un producto significa que “proviene de instalaciones que cumplen con estándares precisos y objetivos para el tratamiento de animales de granja” y que ha sido tratado con prácticas “más amables y responsables”.

En el caso de las gallinas ponedoras, se trata de unos estándares científicos que son verificados anualmente por auditores expertos que certifican que las aves tienen un techo para protegerlas del clima y depredadores; pueden moverse libremente, sin dificultades para pararse y estirar sus patas y alas; tienen perchas para anidar, así como acceso continuo al alimento y agua. Además, se crían sin antibióticos y reciben un trato competente por personas entrenadas.

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