La ABPA y Brasil están preparados para seguir suministrando pollo y huevo a la población en medio de la pandemia de coronavirus COVID-19.
En Brasil, después de los 3,400 casos de coronavirus COVID-19 y 92 muertes notificados hasta el 27 de marzo, calculan los especialistas que en menos de tres semanas será el pico del virus en dicho país.
Hace algunas semanas, las autoridades brasileñas adoptaron ciertas medidas de contención para la prevención y el control de la enfermedad. Por fortuna, dijo Ricardo Santin, presidente ejecutivo de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), “queda claro la importancia de mantener en funcionamiento la cadena de suministros, que incluye la libre circulación de bienes. Por decreto presidencial, las industrias ganadera y alimentaria, así como la de cuidados sanitarios, son considerados como servicios básicos”.
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No obstante, Brasil se enfrenta a problemas específicos, en particular porque es una república federal, en cuyo caso, como sucede en otros países, los estados cuentan con ciertas competencias. En este en particular, algunos gobernadores decidieron firmar leyes más restrictivas. Esto, a su vez, exige la acción coordinada por parte de la ABPA para evitar escasez de productos avícolas y dificultades sociales y económicas. Sin embargo, en términos generales, las cosas funcionan relativamente bien.
“También monitoreamos la situación del mercado aquí y lo que observamos en este momento, por un lado, es un incremento en las ventas al menudeo y, por el otro, claro está, una reducción en el canal de servicio de alimentos”, señaló el directivo de la ABPA en una comunicación dirigida al International Poultry Council (IPC).
Para ello, en Brasil se llevaron a cabo algunas iniciativas importantes:
- La creación de cuatro comités de crisis (uno interno, uno externo con asesores del consejo, uno externo con asociaciones afines y otro con todos los productores avícolas, de cerdo y de huevo) con la finalidad de coordinar todas las acciones sectoriales en lo que respecta a este problema.
- La publicación de lineamientos para orientar a las industrias en lo que respecta a la seguridad del trabajador desde las granjas al transporte de alimentos, reforzar las medidas de higiene, con base en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los protocolos recomiendan, entre otras cosas, que durante este período de cuarentena los trabajadores mayores de 60 años, las mujeres embarazadas y las personas en grupos de riesgo deben trabajar a distancia o permanecer en casa. También recomienda medir la temperatura corporal de los empleados antes de acceder a las instalaciones de las empresas.
- El refuerzo de los protocolos de bioseguridad de la ABPA, desde las granjas hasta las oficinas.
- Un canal directo y transparente con Inocuidad Alimentaria y otras autoridades para compartir, en tiempo real, cualquier información relevante y para notificar cualquier dificultad.
- El lanzamiento de campañas de medios masivos de comunicación que destaquen la relevancia de todos los trabajadores involucrados en la producción de alimentos, incluidos los funcionarios de Inspección Alimentaria y los conductores de camiones.
Finalmente, Santin indicó que en la ABPA “hemos trabajado muy duro y estamos seguros de que no somos los únicos” para garantizar pollo y huevo a los brasileños.