Ese mercado asiático no exige que el país suramericano sea libre de Newcastle y ya existen cuatro plantas de beneficio certificadas internacionalmente.
Gonzalo Moreno, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), recibió con beneplácito una comunicación oficial remitida por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) que en respuesta a un derecho de petición suyo aclara las condiciones sanitarias vigentes para exportar carne de pollo al Japón.
En dicha misiva, la autoridad sanitaria colombiana confirma que, por acuerdo vigente con la nación oriental, solamente se necesitaría que no se hayan presentado brotes de Newcastle en los 90 días anteriores al sacrificio del animal, a mínimo de 50 kilómetros a la redonda de la respectiva granja de levante de pollos.
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“El Instituto, a través del sistema de vigilancia epidemiológica donde se registran todas las ocurrencias de enfermedades de control oficial, puede certificar la no presencia de las enfermedades requeridas en un área de 50 kms durante 90 días y dar con ello cumplimento a lo solicitado por el servicio oficial japonés”, explicó la carta del ICA.
Desde el primer semestre de 2019 no se registra un caso de alta virulencia de Newcastle en Colombia, donde esperan declarar antes de tres años su primera zona libre de este mal en una amplia franja del occidente del país. “Este es un requisito importante para acceder a Estados Unidos y a China, pero por ahora está confirmado que podríamos empezar con Japón, por lo menos subsanada la duda sanitaria que se tenía”.
Al ser consultado por Industria Avícola sobre la competitividad en precios, Moreno dijo que “los números ya cierran para poder exportar. Basta con comparar los precios internacionales con los locales. Ya somos competitivos en varios cortes. Ahora lo que toca es conocer más ese mercado y que los operadores privados compaginen la demanda de allá con nuestra oferta”.
El dirigente gremial comentó que, desde su llegada a Fenavi hace más de dos años, una de sus metas es que “la avicultura rompa el celofán de las exportaciones. Hoy existen por lo menos tres empresas colombianas que tienen lo que se necesita para hacerlo y sería fabuloso que se diera en algún momento del año entrante, ¿por qué no? Es un tema que no es el más prioritario en estos tiempos de pandemia, pero es un horizonte que no debemos abandonar”.
Advirtió que el negocio avícola colombiano ya compite con jugadores de categoría mundial, en virtud del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. “Aquí ya llega de allá pollo entero, pechugas, menos cuartos traseros que tiene un contingente limitado que se termina en cuatro años y después queda abierto, libre. No ha sido una debacle y cada vez somos más fuertes como para ser competitivos a ese nivel, lo venimos demostrando”.