En un escenario de pandemia, recesión económica y desempleo creciente, estos grupos de interés presentaron al respecto un proyecto de ley ante el parlamento colombiano.
El senador del Partido Alianza Verde Juan Luis Castro Córdoba presentó ante el Congreso de la República de Colombia un proyecto de ley que preparó de manera conjunta con la organización Animales Latinoamérica titulado: “Por el cual se adoptan medidas para garantizar el acceso a información oportuna, clara, veraz y suficiente sobre los sistemas de producción de huevo”.
Dentro de las justificaciones expresadas por el congresista, quien también es médico psiquiatra, está la de “lograr que todos los vendedores de huevos estén obligados a informar a sus consumidores de dónde vienen los huevos que van a comprar. Si de gallinas criadas en jaulas, galpones o pastoreo, para que con esto el cliente pueda decidir si compra o no esos huevos”.
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De surtir en los próximos meses los cuatro debates con aprobación en ambas cámaras del Congreso, la hipotética ley daría un año de plazo desde su promulgación para que toda la industria del huevo en Colombia adopte este nuevo estándar, so pena de incurrir en multas que podrían llegar a los COP9,000 millones (US$2.4 millones).
Además, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) agregarían la vigilancia al cumplimiento de esta ley a sus funciones actuales. El costo de marcaje del huevo y del empaque será asumido por cada productor sin importar su tamaño; lo que se recoja en multas sería destinado a fomentar sistemas de pastoreo.
Fenavi: el proyecto subiría costos de producción
Industria Avícola consultó sobre el particular a Gonzalo Moreno, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), quien recalcó la inconveniencia del proyecto en varios niveles. “No tiene en cuenta la realidad de la producción de huevo en este país. El 70% se da en pequeñas y medianas explotaciones que venden su producto a granel, en plazas de mercado, lo que denominamos huevo amarrado sin marcar”, indicó.
Agregó que, de darse, “subirá los costos para esos pequeños productores, lo que encarecerá la proteína más nutritiva y accesible para las clases bajas. Además, el articulado propuesto transcribe literalmente contenido legal ya existente como del Estatuto del Consumidor sobre deberes de información, hecho que debe dificultar su trámite formal”.
El dirigente gremial prometió estar atento a los debates respectivos en el Congreso, durante los cuales espera participar exponiendo la posición gremial “y la realidad económica del país, con una alta tasa de desempleo (sobre el 20%) que ya está afectando el consumo de huevo y de muchos otros productos de primera necesidad”.
La producción anual de huevo en Colombia supera los 15,000 millones de unidades, con una importante participación de granjas libres de jaula, en piso de galpón.
El consumo per cápita de este alimento, según Fenavi, alcanzó los 303 huevos en 2019 y antes de la pandemia se proyectaba un crecimiento a 312 unidades al cierre de la presente vigencia. Con esta cifra, ocupa el segundo puesto de consumo per cápita de huevo en Latinoamérica, superado únicamente por México.