En mayo de 2021, este conglomerado salvadoreño pondrá en operación comercial un avanzado complejo para el aprovechamiento sostenible de los diversos desechos orgánicos de su diversificada operación.
El Grupo Campestre agregará en breve un poderoso eslabón a sus cadenas productivas, con el que sumará la producción y venta de energía eléctrica sostenible a sus actuales líneas de negocios, las cuales van desde la operación de una reconocida cadena de restaurantes (Pollo Campestre) hasta la cría y procesamiento de pollos (Avícola Campestre), pasando por la producción de otros alimentos de origen animal y vegetal, con alto valor agregado.
Este año empezó la producción de panes, pasteles, postres, tamales, nuggets, alitas, así como vegetales precocidos y congelados, para sus restaurantes y ventas detallistas.
En lo que respecta al negocio avícola, Grupo Campestre cuenta con el 10% de la participación del mercado salvadoreño en carne de pollo, gracias a los 30 millones de libras generadas anualmente (más de 6 millones de estas aves procesadas en cada vigencia). De esta producción, el 30% se destina a los 40 restaurantes de Pollo Campestre y el resto se comercializa en el mercado detallista de este país centroamericano. La parvada consta de Ross (70%) y Cobb (30%).
“Somos una compañía familiar en crecimiento, con una muy buena tecnología”, comentó a esta revista el líder de Avícola Campestre, Sergio Romero, cuando en mayo de 2020 anunciaba los trabajos de adecuación del terreno para el nuevo complejo de biodigestores del Grupo Campestre, en el departamento salvadoreño de San Miguel. En 2015, instalaron paneles solares sobre galpones y techos, que hoy generan 30% de la energía que consume la empresa (4.5 megavatios diarios).
Aseguró que, un año después, en mayo de 2021, esas nuevas instalaciones deberían generar energía eléctrica a partir de biogás, que se inyectará al sistema interconectado de El Salvador. “Esto será posible gracias a una inversión de US$5.6 millones, con avanzados diseños y tecnologías europeas (alemanas y holandesas, principalmente)”, dijo.
Antecedentes con el biogás
Romero recordó que hace 10 años, cuando el Grupo Campestre tenía 22 de existencia, “montamos un primer biodigestor con guano de pollo que nos ha dado grandes resultados, pues con el biogás generado hemos alimentado todas nuestras calderas para los procesos y desde hace nueve años no consumimos nada en combustibles fósiles en nuestras instalaciones”.
“Somos una compañía familiar en crecimiento, con una muy buena tecnología”, dijo Sergio Romero, líder del Grupo Campestre. (Benjamín Ruiz)
Ese primer avance, junto con el crecimiento de la producción en Avícola Campestre y en la operación de la cadena de restaurantes de Pollo Campestre, hizo que este holding montara su nueva unidad de energías renovables bajo el nombre de Agrocampestre Energi. El complejo de biodigestores que se levanta en estos momentos es su frente de trabajo más relevante.
“Vamos a utilizar los desechos de toda nuestra operación, como las aguas residuales de la planta de faenado, los sobrantes de los restaurantes y de la nueva planta de alimentos procesados vegetales y cárnicos, la pollinaza de los galpones, los excrementos de nuestros hatos ganaderos”, explicó Sergio Romero, indicando que el 60% de este multisustrato generador de biogás será aportado por la pollinaza.
Los equipos ya fueron ordenados y están en proceso de fabricación. “Esperamos que en octubre de este año lleguen al país. Luego, empezaremos el montaje y esperamos estar generando biogás y energía eléctrica en febrero entrante, con las primeras pruebas de calibración, para luego aportar a la red nacional desde mayo de 2021, durante 24 horas diarias, hasta sumar 8,200 horas anuales de generación constante”.
Con este proyecto, Grupo Campestre ganó el año pasado una licitación privada para producir energía eléctrica con biogás, razón por la cual está asegurada a 15 años la venta y el precio de la electricidad generada, será de 18 megavatios diarios durante dicho lapso. La operación de la futura planta eléctrica alimentada con biogás entregará como subproductos energía térmica en forma de vapor que será aprovechado en las plantas de procesos del grupo, al igual que lodos y compuestos nitrogenados que podrían fertilizar 7,000 hectáreas de cultivos.
Así será su operación
Para alimentar los biodigestores, cada sustrato será sometido por separado a un proceso físico que elimina la presencia de patógenos no deseados que puedan llegar a comprometer la generación de biogás y la calidad de los subproductos destinados a mejorar la calidad de los suelos; en el caso de los primeros lodos, estos serán comprados por ingenios azucareros de la región.
Cada día se suministrará a los biodigestores 86.84 toneladas de material orgánico. En su primer año de plena operación, el complejo habrá recibido 2,332 toneladas de excremento vacuno, 7,387 toneladas de guano de pollo (de una explotación en jaulas, sin mezcla de camas), 14,493 toneladas de pollinaza (excretas mezcladas con cascarilla de arroz), 2,008 toneladas de residuos de comida de los restaurantes, así como 5,475 toneladas de grasas flotadas, sueros de leche y vahos de rendering.
Con la biodigestión controlada de este multisustrato, diariamente se producirán 8,950 metros cúbicos (en un año, 3,263,900 metros cúbicos). A partir de este fluido energético, los generadores emitirán 18.5 megavatios diarios, es decir, unos 6,745 anuales. Los subproductos esperados también tienen cifras interesantes, empezando porque de cada 100 partes de sustratos se originarán 90 de fertilizantes.
En lo que respecta a la energía térmica expresada en vapor, esta será de 670 kilos de vapor por hora (unos 15,410 kilos diarios). Con este vapor, la operación del Grupo Campestre prescindirá próximamente en un 90% de sus actuales calderas. Ahora bien, los fertilizantes de alta calidad allí producidos tendrán tres categorías.
El abono orgánico sólido destinado al mejoramiento de suelos sumará 18,623 metros cúbicos por vigencia y constará de 25% de materia seca, 4.9% de nitrógeno, 8.5% de fósforo y 3% de potasio. Por su parte, el abono orgánico líquido (para fertilización foliar) llegará a 29,802 metros cúbicos, con 5% de materia seca, 4.5% de nitrógeno, 4.5% de fósforo y 7.8% de potasio.
De igual manera, el nuevo complejo ofrecerá abono orgánico líquido rico en nitrógeno, en un monto de 2,648 toneladas anuales y garantizando que en su composición contenga sulfato de amonio líquido al 8% de nitrógeno. “En este punto quisiera destacar que contaremos con un avanzado sistema de biosis / stripping, que permitirá la eliminación del excedente de nitrógeno en todo el proceso”, mencionó el líder de Avícola Campestre.
Este sistema de remoción del nitrógeno funciona mediante un lavador de gases con químicos. Los lodos son calentados a altas temperaturas para extraerles el nitrógeno amoniacal, este es recuperado en una torre de stripping mediante la incorporación de ácido sulfúrico, produciendo sulfato de amonio líquido. “Este proceso también ayuda a mantener estables los niveles de nitrógeno dentro de los tanques biodigestores, garantizando la producción de biogás”, indicó.