La medida fue anunciada por el Ministerio de Comercio y responde a las quejas de los avicultores guaraníes que denuncian alijos mensuales de hasta 900 toneladas.
La avicultura paraguaya es uno de los rubros más afectados por el creciente contrabando de carne de pollo desde Brasil, práctica histórica que se incrementó en los últimos meses por la fuerte devaluación del real frente al dólar.
Pablo Mauger, presidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), explicó que “de 800 a 900 toneladas mensuales de pollo (principalmente muslo) pueden ingresar tranquilamente, sin documentación ni que nadie pueda frenar ese contrabando”.
También podría interesarle: Exportación paraguaya de pollo crece pese a COVID-19
La angustiosa denuncia fue recogida por el diario Última Hora, el cual agregó a los sectores azucarero y hortofrutícola como otros grandes damnificados por esta nefasta práctica.
“Estamos cansados de puras reuniones y promesas desde el gobierno; falta siempre más personal para hacer los controles. No hay empresa que sostenga ese ritmo. Algunas granjas ya van a tener que cerrar, los pequeños empresarios no van a aguantar”, expresó Mauger.
Gobierno crea registro de importaciones
En contestación a esa queja, desde el gobierno paraguayo se anunció la expedición del Decreto 3737, del 22 de junio de 2020, “con el que se crea el registro de importaciones de carne y despojos comestibles de aves de la especie Gallus domesticus”. El pronunciamiento lo trae, por su parte, el periódico ABC Color citando a Pedro Mancuello, viceministro de Comercio.
Este nuevo requerimiento sustituirá la normativa que limitaba la importación de esta carne y ahora se pasa a exigir un licencia previa que avale la legalidad de cada cargamento como fruto de una compra autorizada. “De esta manera, el Ministerio de Industria y Comercio se alinea con las recomendaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC)”, arguyó el alto funcionario.
La nueva disposición aplica a todo tipo de embarque, sea de pollo entero o troceado, fresco, refrigerado o congelado. En breve, el viceministro Mancuello promete una pronta reglamentación que haga operativo el decreto, para lo cual se contará con el concurso del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), la autoridad sanitaria paraguaya.