¿Crecería más la avicultura mexicana a causa de la PPA?

Aunque no es de congratularse que a un sector le vaya mal, existe una oportunidad que los avicultores mexicanos no deben dejar pasar.

Hay una coyuntura particular que afecta a todo el mercado de la proteína animal del mundo ocasionada por los brotes de peste porcina africana (PPA). China ya no producirá la misma cantidad de carne de cerdo y se avecinan cambios en el tablero mundial.

A Brasil, España o Estados Unidos se le pueden presentar grandes oportunidades para exportar cerdo. Pero además se mueven todas las piezas del tablero, no solo de proteína animal, sino de los granos. Ya se habla de que Brasil va a exportar menos soya a China, por lo que habrá más disponibilidad de la oleaginosa. El precio podría bajar, pero hay que observar el retraso de la siembra de maíz en Estados Unidos por el clima, otro factor más que agregar a estas condiciones.

Efecto sobre la avicultura mexicana

En entrevista exclusiva con Industria Avícola, el Lic. Juan Manuel Gutiérrez, nuevo presidente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA) de México, dijo que no le gusta pensar que al sector le vaya bien cuando a otro sector le va mal. Espera además que no se afecte la industria porcina de México “porque sería algo muy lamentable”.

“No es muy halagüeño, pero de alguna manera en el corto plazo veríamos un incremento en la demanda de nuestros productos”. Y es algo que se debe aprovechar, apuntó.

Es evidente que la oferta de carne de cerdo va disminuyendo. En esta caso, “un sustituto inmediato pudiera ser la carne de pollo, que generaría una mayor demanda a nuestros productos, lo que —en el corto plazo— es una oportunidad”.

Además, Gutiérrez, quien también es el presidente de GM Group, 12º productor de huevo en el país, cree que en una situación así, la industria porcina tendrá que rápidamente trabajar para adaptarse y poder garantizar la oferta a ciertos mercados. Pero es evidente que esto generaría una disminución en la demanda de algunos insumos, lo que haría reducir los costos.

Mentalidad exportadora

Quizás esta circunstancia podría ser un aliciente para la industria avícola mexicana, en el sentido de empezar a lograr zonas libres de influenza aviar y poder exportar a otros países.

“En el momento en que hay esas coyunturas, los precios reaccionan. Al reaccionar los precios, las empresas se capitalizan y si se ve un futuro promisorio, obviamente, reinvierten en el mismo sector”. Estas oportunidades pueden ser tanto nacionales como en la búsqueda de mercados de exportación.

“México tiene que estar preparado con la certificación de zonas libres y con plantas de procesos certificados”. Puede haber zonas libres, pero si no hay plantas certificadas y reconocidas por los países destino, “no se puede completar la tarea”, explicó.

México necesita generar una mentalidad exportadora. El empresario jalisciense hace notar que los mercados internacionales no siempre son los más rentables. Muchas veces son mercados de excedentes. En la exportación hay dos rutas: mercados de nichos con productos muy específicos o el de excedentes, como el de Estados Unidos y Brasil. “Ellos compiten, pero con productos que les sobran”.

De alguna manera, esto ha ocasionado que muchas veces el avicultor mexicano no esté motivado, ya que los precios en el exterior no son tan atractivos porque son mercados de excedentes.

No obstante, “cuando se genera una política de exportación, toda una mentalidad, una cultura de exportación, donde en tu país consumes ciertos productos, se da un crecimiento muy importante en la industria”. En la actualidad, la producción de pollo en México crece a un ritmo del 3 por ciento anual —arriba del crecimiento de la población—, pero es necesario que crezca de un 5 a 6 por ciento.

Este crecimiento llevaría implícito el sustituir otro 3 a 4 por ciento de las importaciones de pollo que hoy en día representan de un 13 a 15 por ciento del consumo nacional.

Impulso de la economía

En conjunto con los avicultores, el gobierno debe generar una política de exportación y de apoyo mutuo, pues es necesario trabajar juntos. Para ello, la UNA está en conversaciones con la Secretaría de Economía para generar una agenda mutua de cooperación, así como con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Según el presidente de la UNA, “la industria avícola es uno de los mejores aliados del gobierno federal”.

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