Recientes pleitos marcarios que tienen como protagonistas a las marcas más reconocidas de huevo de mesa en este país tienen en común la palabra “pasión”.
Los esfuerzos por diferenciar un alimento tan popular, sencillo y ubicuo como el huevo, que es considerado por muchos un genérico o commodity, no está exento de controversias legales como las referidas a las marcas y los eslóganes para un artículo que generalmente tiene características comunes de calidad, cuando no de producción.
En la colombiana Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) lo saben muy bien. En la última semana, se conocieron dos de sus fallos que involucran a empresas avícolas y sus marcas de huevo, según informes publicados por el periódico Asuntos Legales. Uno de ellos resolvió negar el registro de la marca “Huevo Rey, alimenta con pasión”, solicitada por la firma Huevo Rey S.A.S.
A esta pretensión se opusieron durante siete meses las firmas competidoras Pollo Andino, Santa Reyes e Incubadora Santander, así como la fabricante de condimentos Fábrica de Especias y Productos El Rey, las cuales lograron demostrar que la marca solicitada es nominalmente similar para el consumidor promedio frente a los distintos lemas de las marcas opositoras.
En otro conflicto marcario, esta vez entre Pollo Andino S.A. e Incubadora Santander S.A., curiosamente la SIC decidió otorgar el registro a la primera de su propuesta de marca “Pasión que alimenta”. Incubadora Santander se había opuesto por considerar que “el lema a registrar está compuesto por elementos ortográficos idénticos al lema ‘Frescura que alimenta’ de su marca Huevos Kikes”.
“Para la sociedad Incubadora Santander, ambas empresas utilizarán las mismas cadenas de comercialización y publicidad dirigiéndose a los mismos consumidores, sin diferenciación en los nichos de mercado, teniendo en cuenta que ambas corporaciones se refieren a un público de hogares promedio que buscan todo tipo de víveres en el mercado”, explicó el diario.
No obstante esta argumentación, la SIC resolvió conceder el registro del lema solicitado por Pollo Andino arguyendo que “el signo ‘Pasión que alimenta’ está dotado de distintividad por cuanto los componentes nominativos que la conforman, causan que la misma contenga una carga conceptual diferente frente al signo opositor, por cuanto la expresión pasión refiere afición vehemente de algo, en tanto la expresión frescura del signo opositor corresponde a cualidad de frescura, serenidad, tranquilidad de ánimo, lo que hace que pueda coexistir pacíficamente en el mercado con otras marcas que contengan en su estructura la expresión alimenta. Además, fonéticamente el sonido que producen los signos cotejados no resulta similar, debido a que no presentan coincidencias vocálicas, así como tampoco comparten la mayoría de sus letras, ni su disposición dentro del conjunto”.