Energía fotovoltaica en producción avícola: no es futurismo

La factibilidad de estos proyectos ya se ha probado en granjas avícolas panameñas, con el respaldo de la banca y leyes de fomento.

La incorporación de fuentes alternativas en la producción avícola fue uno de los temas tratados en la pasada Cumbre Avícola Latinoamericana, realizada en febrero en Atlanta, Georgia (EE. UU.). Dentro del ámbito de las energías renovables, se presentó específicamente el de la energía solar fotovoltaica.

“En el sector avícola, ya hemos construido 17 proyectos, que suman más de 3 megavatios, que han generado 7.8 gigabytes en total de energía”, dijo Miguel Ángel González, de REA Solar Panamá. Con este ejemplo de generación de energía, se ha logrado evitar la emisión de más de 3 kilotoneladas de dióxido de carbono. Para darse una idea de la magnitud, según datos del Banco Mundial de 2017, las emisiones a nivel global fueron de 40 millones de kilotoneladas de dióxido de carbono. Así, la incorporación de la energía fotovoltaica es un pequeño aporte de cada uno de los avicultores que han apostado por su uso.

3 razones para usar energía solar

Hay varios motivos, pero al menos tres se han identificado para usar la energía solar en la producción avícola:

  1. Aumento de la seguridad energética del proceso: se evita la posibilidad de que un factor externo —como el costo de energía— impacte la matriz de costos del proceso. Es un factor que no se puede controlar y depende de variantes, como las geopolíticas. Al ser el consumo de energía la mayor parte proveniente de combustibles fósiles, se está sujeto a una variabilidad alta.
  2. Posibilidad de ahorros: se puede economizar en el costo operativo con la generación de energía alternativa total o parcialmente. De acuerdo con los datos de tarifas eléctricas promedio que se conocen en Centroamérica y Suramérica, de 6 a 8 centavos de dólar es el impacto del costo de la energía en la matriz de costos del pollo.
  3. Reducción de emisiones de dióxido de carbono: se reduce la huella de carbono dentro del proceso productivo avícola.

Granja avícola panameña con paneles solares para la generación de energía (Cortesía de Rea Solar)

Ventajas de la energía solar fotovoltaica

En comparación con otras tecnologías renovables, la energía solar tiene un retorno mucho mayor. En esto están el funcionamiento y los equipos, que son fáciles de colocar y que se evita el uso de espacios libres en la granja.

La tecnología no es una fuente importante de calor ni emite ningún tipo de gas, no tiene partes móviles y es perfectamente compatible, pues se instala en las inmediaciones del proceso productivo.

La energía solar ha tenido una madurez muy importante desde inicios del siglo XXI hasta hoy, que se ha logrado llevar a economías de escala y ha pasado a una fabricación más sofisticada. “El costo del panel solar en los últimos tres años se ha reducido en un 50%, por lo que es más interesante su implementación en producción”, señaló González.

Otra ventaja importante es que es compatible con otros tipos de tecnologías. Al ver las condiciones de las redes eléctricas en Latinoamérica, “en algunas ocasiones incluso hay productores que están desconectados de la red porque no llega la energía eléctrica y tienen que funcionar con generadores diésel”. La energía solar puede complementarse y trabajar bajo un sistema de control para ser compatible con la generación existente y generar ahorros al productor, además de ser una producción más sustentable.

Viabilidad de proyectos solares

La instalación de proyectos de energía solar fotovoltaica a nivel mundial se ha disparado. De acuerdo con cifras de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, en inglés), se estima que al cierre de 2017 se habían instalado más de 3,000 gigavatios de energía solar fotovoltaica.

Además de los proyectos solares con baterías y conjuntos que se han dado en Estados Unidos, ya hay un plan piloto en Panamá. En este caso, existe además la posibilidad de decidir cuándo conviene utilizar energía solar excedente guardada en baterías mediante un sistema de control automatizado. Esta solución combinada de la energía solar más baterías también ahorra costos de energía eléctrica.

Es necesario evaluar la viabilidad de los proyectos. Por ejemplo, la experiencia en Panamá ha enseñado que hay que revisar la parte legal, que permita un plan que fomente la instauración de este tipo de tecnología. En este país existe también una exención de impuestos de todo el equipo de la planta.

Además, Panamá tiene una ley en la que este tipo de proyectos se reconoce como balance neto, es decir, que puede ocurrir que, durante ciertos períodos del día, la generación de energía solar exceda el consumo del momento. “Este excedente queda en el medidor de la empresa eléctrica acumulado como crédito, que luego se reconoce en un momento dado en que la energía solar no resulte suficiente para cubrir el consumo”, explicó González.

Otro punto que considerar es el entorno y la climatología, en donde se puede constatar que cada proyecto es un traje a la medida. No es lo mismo desarrollar una planta solar en Panamá que en países del norte. “Tenemos que centrarnos en el avicultor y entender cuáles son sus características de consumo”, sostuvo. En función de eso y de la variable climatológica —como la irradiación, temperatura y viento—, se dimensiona el proyecto.

Finalmente, está el precio de la energía, cuya tendencia clara es a aumentar, dado que cada vez se consume más y cada vez cuesta más generarla.

Aspectos económicos

La financiación es una barrera importante, ya que se trata de una inversión considerable, sobre todo en países como los latinoamericanos, en donde todavía no madura el desarrollo de este tipo de proyectos, tanto en la banca pública como en la comercial.

Sin embargo, son barreras que se van a romper en el corto plazo. “En Panamá, logramos que el banco del estado financiara una de las primeras plantas de energía solar que se construyeron en una empresa avícola”, dijo González. Con ese crédito otorgado al productor, se reconoce a la energía renovable como un punto importante para fomentar la productividad. Esto incentiva la instalación de este tipo de proyectos.

Granjas avícolas con energía solar

Uno de los proyectos en Panamá es una granja con tres galpones, cada uno con una capacidad máxima de 30,000 pollos, con un total de cinco parvadas al año.

Gracias al esquema del balance neto en Panamá, lograron cubrir el 100% de la energía y quedó un 33% de excedente al cierre del año. En Panamá se reconoce económicamente hasta el 25% del excedente de energía por parte de la empresa productora.

Si no existiera esto, el avicultor se hubiera ahorrado el 47% de la energía que requería su proceso. La posibilidad de acceder a créditos blandos, de una financiación de 80% a 20% en ocho años con un 2% de interés, fue de gran apoyo. De esta forma, un gasto anual de US$24,000 se transformó en ahorro para poder pagar el proyecto de energía solar.

El retorno de la inversión se proyectó a los seis años y medio, con una rentabilidad de la inversión del 13.2% de este proyecto.

Conclusiones

Para cerrar, González recomendó a los avicultores que:

  1. Busquen asesoría técnica para revisar procesos.
  2. Verifiquen si los procesos son eficientes en términos energéticos.
  3. Implementen cualquier tipo de energía renovable.

El uso de energías renovables no es un tema del futuro, es de la actualidad. Ya hay casos de uso comprobados de esta tecnología, por lo que es factible analizar la situación y tomar medidas para lograr una producción avícola más sustentable.

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