Por segundo mes consecutivo, las ventas al exterior de este alimento siguen sin recuperar los volúmenes registrados en igual lapso de 2019.
Junio y julio configuraron dos meses de ralentización para el comercio exterior de los huevos de mesa brasileños. Así lo dio a conocer un informe reciente de la Secretaría de Comercio Exterior de Brasil (Secex), citado a su vez en un boletín publicado por el Centro de Estudios Avanzados de Economía Aplicada (Cepea), organismo adscrito a la estatal Universidad de São Paulo.
En dicho bimestre de declive, “el sector exportó 68.1 toneladas en julio, la segunda cantidad más baja de este año, apenas detrás de la de marzo, cuando se exportaron 63.3 toneladas del producto”.
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El análisis de Cepea continuó: “Considerando solamente los meses de julio, se trata del volumen más bajo desde 2006. De junio a julio, la caída de los envíos fue del 41.2% y, en comparación con julio de 2019, la baja fue del 74.1%”.
La sensible disminución de las exportaciones de huevo se explican por la falta de mejores ventas a Emiratos Árabes Unidos, el principal destino del alimento, con una caída ponderada del 78.5% frente al séptimo mes de la pasada vigencia.
“En el mercado interno, hay un aumento de la demanda final de huevos a principios de agosto, como es típico en período. Así, las ventas aumentaron y, en consecuencia, los precios se dispararon”, concluyó Cepea.
A mediados de julio, la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA) informó que la producción de huevos de mesa en el gigante suramericano superaría los 53,000 millones de unidades, haciendo que la ingesta promedio alcance un nuevo récord de 250 huevos. De confirmarse la proyección gremial, este subsector avícola experimentará un crecimiento cercano al 7%.
Brasil es el segundo mayor productor de huevos en Latinoamérica, por detrás de México.