Rujamar: apuesta por el bienestar animal hecha realidad

Cómo el productor de huevos libres de jaula más grande de España se convenció del bienestar animal e hizo de él un negocio.

Dejar atrás las jaulas no es un camino fácil. “Como empresario, tienes que buscar la viabilidad de tu negocio”, dice Rubén Martínez, director general de Avícola Rujamar en Cuenca, España. “Pero es cierto que para hacer algo como lo que he hecho en España ─donde muy pocos que creen en el bienestar animal─, debes creer absolutamente en lo que haces”.

Y Martínez cree fehacientemente en el bienestar animal. Por eso en junio de 2018 decidió eliminar todas las jaulas de sus 1.2 millones de ponedoras para convertirse en el mayor productor de huevos libres en España, una decisión que, aunque le costaría dinero y eficiencia, podría ganarle una ventaja competitiva en el mercado actual.

“No me canso de decirlo, aunque en ciertos lugares me critican. Hoy, en la Europa de 2019, una gallina enjaulada es algo que no está bien”, le contó Martínez a Industria Avícola durante un recorrido por las instalaciones de Rujamar en San Lorenzo de la Parrilla, un municipio en la comunidad de Castilla-La Mancha, esa a la que muchos conocemos por Don Quijote.

Para el director de Rujamar, es indudable que, tarde o temprano, las jaulas se van a prohibir. “Vivimos en el 2019, con libertades y privilegios para la ciudadanía, y cosas nunca vistas en reivindicaciones sociales y de igualdad. Incluso en España, con tradiciones que vienen de una época en la cual las cosas eran distintas”.

Tras colocarse el uniforme de la granja, establecida inicialmente en 1984 como Avícola Los Olivares, Martínez mostró con orgullo el área de empaque de huevos, el galpón de recría, un galpón con gallinas que producen huevos en suelo y una de las fábricas de alimentos balanceados (poseen una segunda para alimento orgánico).

Todo tiene que estar dentro de un orden y viabilidad, con un plan de negocios bien estructurado y una red comercial bien hecha. “He conseguido enfocar mi negocio para poder vender huevos bien vendidos, sin jaulas”, aseguró el productor, que ha apostado por la tecnología digital en prácticamente todos los procesos.

Producción en suelo: el futuro

En la actualidad, Avícola Rujamar tiene operaciones en Cuenca (Saelices, La Parrilla y Honrubia) y en puerta están dos nuevos proyectos: Agüines, en Canarias, con 350,000 aves en suelo y en San Clemente, Cuenca, con 1 millón de gallinas en suelo.

Producen 295 millones de huevo al año en el suelo, con un peso promedio de 62 g. Cuenta con gallinas Lohmann, Isa Brown y Hy-Line. Toda la producción es de huevo marrón, que es el que más gusta a los españoles por la buena imagen ─de huevo de campo, no industrial─ de la que goza.

Los picos de postura están por debajo del 93 por ciento y con la mayor mortalidad, los costos de producción son más altos y, por supuesto, la amortización. En suelo cuesta producir entre un 20 y un 25 por ciento más que en jaula; el campero es un 50 por ciento más oneroso y el ecológico cuesta el doble que en el suelo.

“Estoy convencido de que el sustituto de la producción en jaulas es la producción en el suelo”. Este sistema es el que más crece, en comparación con el campero o el ecológico. Hay buenas razones para ello, pues las aves tienen mayor protección, hay un mayor control y es menor la mortalidad.

Salvo en España y Estados Unidos, donde hay casetas con 200,000 gallinas sueltas en aviarios, no existen en otro lado. “Una nave así es una bomba. A la gente le da pánico y aquí en España tendemos a ir a naves muy grandes. Pero en alternativo, no es normal”, dijo mientras mostraba los detalles de su enorme galpón. En países como Holanda o Alemania, las casetas son de 25,000 a 50,000 gallinas.

En la actualidad, Rujamar cuenta con cinco casetas que superan las 150,000 aves, “una barbaridad” para la producción alternativa europea.

¿De dónde viene la presión?

Europa sufrió una enorme transformación en 2012 con la eliminación de las jaulas convencionales. Vinieron luego las jaulas enriquecidas, que disponen de aseladeros, nidales y de una serie de requisitos que hacen que estén mucho mejor que antes. Pero las gallinas seguían enjauladas.

La presión por el cambio fue impuesta por la Unión Europea, pero no existe ninguna normativa que pida la eliminación de las jaulas en cierto tiempo. No obstante, hay presión social proveniente de los supermercados. “Esta corriente hace incluso más daño que la del gobierno. Cuando es una imposición del mercado, hay que seguirla, pues no hacerlo hace que sea muy complicado insertarse después”, explicó el empresario.

En la actualidad, es muy difícil para Europa porque están en plena adaptación. Pero “los que vamos por delante o a la par con el movimiento, vamos a tener más posibilidad en el futuro y más rentabilidad de nuestros negocios”.

Dejar las jaulas no es un desastre

Aunque Martínez considera que hay poca presión del consumidor, piensa que hay que escucharlo, pues siempre hay algunos comentarios “que llevan razón”. La eliminación de las jaulas “no se trata de un desastre mundial, salvo para el avicultor, porque tiene que hacer inversiones muy grandes y tiene que formar a profesionales para el manejo”.

En Europa, el bienestar animal de las aves ha llegado para quedarse. Hay gente a la que no le importa, solo quieren comerse un huevo barato y sano. Pero hay otro grupo mayoritario que paga un céntimo y medio más, con tal de que la gallina esté libre desde el primer día que nace.

Bienestar no es mejor eficiencia

Jamás habrá más productividad en aves sueltas que en enjauladas. En las jaulas se ha logrado conseguir la máxima excelencia genética que se puede. Las diversas casas de genética han logrado que se produzcan en jaula más de 500 huevos.

Conseguir esto en un aviario es prácticamente imposible. En comparación, en el suelo la media es de 420 a 430 huevos y las camperas y ecológicas, cerca de 400 huevos.

En términos de producción, “en el mejor de los casos igualaría a la de la jaula, nunca la mejoraría, aunque la gallina está mejor. Esto hay que recalcarlo: bienestar animal no significa productividad del ave”, reconoce Martínez. No hay relación entre que una gallina ponga más huevos con que esté mejor.

Además, el ave dura menos. En jaula puede estar 17 o 18 meses en postura, sin muda de plumas, mientras que en un aviario, campera o ecológica “a partir del décimo mes, por muy buenos programas de alimentación que haya, la cáscara se resiente y al final te obliga al cambio”.

Las aves de descarte se exportan congeladas a países africanos, como Mauritania y Ghana, donde gustan mucho de su carne por tener más sabor.

Rujamar en investigación y desarrollo

Los avicultores tienen que darle valor añadido al producto y eso cuesta más. Por eso, Martínez tiene grandes planes. Están en plena construcción las instalaciones de investigación y desarrollo, donde trabajarán con varias universidades españolas. Piensan abordar asuntos como la producción de huevo cocido y la de huevo líquido a partir de huevos microfisurados y sucios, para evaluar la viabilidad de la inversión. También quieren aumentar los estudios en torno a las diferencias entre huevos camperos, ecológicos y en suelo.

Recomendaciones a los avicultores

El consejo que Martínez le da a sus compañeros avicultores es que, igual que lo ha hecho él, lo pueden hacer los demás. “Es lógico que dé miedo. No solo es la inversión, sino que después te enfrentas a un sistema que realmente es problemático, porque no hay experiencia mundial”.

Pero una empresa como Rujamar, de unos 170 empleados y con proyectos en desarrollo, demuestra que no es imposible atreverse.

“Yo les diría que se pongan las pilas, que ahora mismo esto es una oportunidad de negocio”. Las grandes superficies no demandan más porque no hay suficiente oferta.


Huevo campero, ecológico y puesto en el suelo


Premio a la excelencia en FIGAN 2019

Avicola Rujamar fue galardonada con este premio en la feria FIGAN, en Zaragoza. Con el galardón, catedráticos y personas influyentes en el sector de la ganadería y avicultura en España reconocen el trabajo innovador, el desarrollo y sobre todo la apuesta por el bienestar animal de la empresa.

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