Los rendimientos recientes de la safra en el gigante suramericano, junto con la menor demanda china de todo tipo de commodities, permiten hacer el vaticinio.
En más de 10 millones de toneladas métricas subirá al cierre del periodo 2019-2020 la cosecha brasileña de soya, ascendiendo a 125.6 millones de toneladas totales. Esta proyección fue hecha recientemente por agronegocios AgRural, citando a la agencia noticiosa Reuters.
Según la firma consultora mencionada, el pronóstico se hace con base en los altos rendimientos observados luego de haber sido faenada más de una quinta parte del área a cosechar. “La estimación se revisó desde 123.9 millones de toneladas en enero, cuando la cosecha todavía estaba en las primeras etapas”.
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La optimista proyección se basa en que, hasta principios de febrero, Brasil había recolectado “el 21% del área total de soya en la temporada, por debajo del nivel del 36% observado en el mismo período hace un año y en línea con un promedio de cinco años”.
Añade el informe técnico que, “si se logra la proyección actual, Brasil, el mayor exportador del mundo y también el mayor productor de semillas oleaginosas en el ciclo 2019-20, sumará más de 10 millones de toneladas a la producción del año pasado, cuando, según estimaciones oficiales, llegó a 115 millones de toneladas. Una cosecha brasileña excepcional”, dijo a Reuters el analista Adriano Gomes.
El excepcional comportamiento productivo se verá aupado por los rendimientos en los sembradíos de los estados de Mato Grosso, Goiás, SaoPaulo, Minas Gerais y Santa Catarina. Estos compensarían la caída en la productividad que por sequías se viene presentando en Rio Grande do Sul (51 sacos de 60 kilos por hectárea este año, en comparación con 55.4 sacos en la temporada anterior).
A finales de 2019, Industria Avícola reportó que en Argentina los cultivadores de soya liberaron sus stocks para evitar mayores impuestos con el cambio de gobierno. Esto también aportaría a la baja en el precio de la oleaginosa.