La gremial de los cerealeros colombianos denuncia esta mala práctica, que incumpliría con las condiciones del vigente tratado de libre comercio entre ambos países.
Henry Vanegas, gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya de Colombia (Fenalce), confirmó que la Oficina de Asuntos Agrícolas de la embajada de Estados Unidos en este país andino se comprometió con revisar y superar las posibles falencias en la calidad del maíz amarillo duro norteamericano que llega a dicho mercado.
La información fue publicada por el diario bogotano El Tiempo, el cual reseñó que “las quejas del gremio por la calidad del grano que llega a Colombia han sido frecuentes desde que en 2017 se evaluó el primer quinquenio de la entrada en vigor del tratado de libre comercio (TLC). En reiteradas ocasiones se ha denunciado la inconsistencia en la discriminación de los tipos de maíz y ahora, porque se están importando maíces distintos al Grado 2 USA, que forma parte de los volúmenes pactados o contingentes que pueden entrar a Colombia libres de arancel”.
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Agregó el informe que incluso se ha llamado “la atención sobre posibles inconsistencias en las mismas entidades gubernamentales de Estados Unidos, pues mientras que la Comisión de Comercio Internacional (USITC) indica que el 93% de los embarques corresponden a maíz amarillo dentado grado 2 y el restante a grado 1 y maíz blanco, el Servicio Federal de Inspección de Granos (FGIS) ha detectado varios miles de toneladas de maíz amarillo tipo sample grade (SG2) y grado 4 en las inspecciones de carga”.
De acuerdo con estas inconsistencias, Vanegas se permite afirmar que, “si eso está ocurriendo, el tratado estaría siendo aprovechado para exportar granos de muy baja calidad y precio (vía materia prima para la industria de alimentos concentrados para consumo de pollo, cerdo, peces o ganado vacuno), pero una vez nacionalizado se desvía a la cadena de consumo directo en alimentación humana”.
Además de garantizar la calidad permitida en los futuros contingentes, el gobierno estadounidense ofreció “trabajar en conjunto una propuesta de diseñar e implementar un sistema de trazabilidad para el maíz importado y nacional, la oferta de programas Cochran y Borlaug, enfocados en biotecnología, producción de almidones y mejoras tecnológicas”.
Las importaciones colombianas de maíz desde el 2018 han venido superando los cinco millones de toneladas anuales, como resultado del TLC firmado por Colombia con Estados Unidos, excepto algunas compras que se hicieron a Brasil y Argentina, que cada vez adquieren mayor importancia.