Existía la alternativa de ampliar por tres meses la facilidad de importación de tales insumos desde el sur del continente, que tuvo vigencia en Colombia entre el 9 de abril y el 30 de junio.
Gonzalo Moreno, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), confirmó a Industria Avícola que el sector pecuario de este país andino “no vio la necesidad de solicitar una prórroga de la suspensión del sistema andino de franja de precios, lo que facilitó la posibilidad de importar maíz amarillo duro, soya y sorgo desde los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay)”.
Esta alternativa fue gestionada por Fenavi y otros gremios pecuarios ante el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural durante el primer mes de la pandemia del COVID-19, con el fin principal de tener una opción viable de abastecimiento ante el hipotético cierre de las exportaciones de granos desde los Estados Unidos.
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“Cuando pedimos la suspensión del sistema andino de franja de precios, más que por un beneficio arancelario, lo hicimos ante nuestra preocupación de que se cerrara el puerto de Nueva Orleans (Luisiana, Estados Unidos) y se afectara el abastecimiento de maíz amarillo duro y soya para Colombia”, recordó el dirigente gremial.
“Como Nueva Orleans no se cerró, gracias a Dios, no hemos tenido afectaciones en la cadena logística. Por esa razón, no pedimos la ampliación, ya que nuestra preocupación era más de abastecimiento que de cualquier otra cosa”, agregó Moreno, quien no tiene un estimado cierto de cuánto grano suramericano pudo haber comprado la agroindustria colombiana. “La cifra se conocerá en tres meses, cuando el Ministerio de Comercio Exterior entregue las estadísticas del primer semestre”, dijo.
Por cuenta del tratado de libre comercio con Estados Unidos, desde Colombia se puede importar sin arancel un contingente anual de 3.2 millones de toneladas de maíz; la soya entra libremente, en cualquier cantidad.
El presidente de Fenavi reconoció también que sus asociados han recibido del gobierno nacional otros alivios en la actual crisis, como el subsidio para el pago de nóminas y de la prima salarial de mitad de año, en un monto que todavía está por consolidar ante la insistencia de la anormalidad sanitaria y económica.
Finalmente, agradeció que el ente tributario oficial (DIAN, Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales) haya agilizado la devolución de varias decenas de miles de millones de pesos (cambio de dólar cercano a los COP3,650) por concepto de impuestos al valor agregado (IVA) causados y pagados. “Es más un tema contable, de platas cruzadas, y no una entrega directa de dineros, como sí pueden ser la línea de crédito habilitada recientemente para los avicultores, con el Banco Agrario”, sostuvo Moreno.