Por su estatus sanitario libre de influenza aviar y Newcastle, Brasil puede servir de respaldo de genética para cualquier industria avícola en el mundo.
Durante el Salón Internacional de la Avicultura y Porcicultura (SIAVS 2019) se lanzó la marca “Brazilian Breeders” que, junto con Brazilian Chicken, Brazilian Eggs y Brazilian Pork, es un proyecto del sector liderado por la Agencia de Promoción a la Exportación de Brasil (Apex-Brasil) y la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA) para promover y apoyar las exportaciones de genética avícola.
Este proyecto reúne a nueve empresas de genética y productores de huevos fértiles y pollitos de un día de Brasil, empresas que participan a nivel nacional y en mercados extranjeros. Ellas son Aviagen, Globoaves, Hubbard, Avícola Catarinense, Grupo Alvorada, Hy-Line, Cobb, Hendrix Genetics y Pluma Agroavícola.
También podría interesarle: El ‘boom’ del sector agroalimentario todavía no comienza en Brasil
En Latinoamérica, la genética brasileña se vende en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y República Dominicana, además de otras naciones caribeñas.
Durante la presentación, el presidente de la ABPA, Francisco Turra, dijo que “Brasil aprovecha el gran momento para expandir la exportación de proteína animal”, haciendo alusión a que “la genética es una riqueza”.
Ricardo Santin, de la ABPA, durante SIAVS 2019. (Benjamín Ruiz)
Por su parte, Ricardo Santin, vicepresidente y director de Mercados de la ABPA, afirmó que “Brasil tiene una gran industria de genética avícola: pollitos de un día, huevos incubables, reproductoras, con exportaciones a más de 28 países”. Uno de los aspectos importantes es que es “para complementar la industria local”.
“No solo vendemos la carne de pollo, sino también el material genético y queremos mostrar que Brasil es una isla de sanidad”, dijo Santin, haciendo énfasis en que están libres de Newcastle y de influenza aviar.
Es importante recalcar que no se trata de reemplazar a las grandes casas genéticas, sino que “queremos decirles que somos un respaldo para cualquier país, para cualquier industria del mundo. Brasil esta listo para suministrar material genético en condiciones sanitarias”.
Además, junto con las casas genéticas, se ha desarrollado el proceso de compartimentalización, en el que las empresas han invertido mucho dinero. La compartimentación es un programa que consiste estructurar la producción en compartimentos, que mapean y aíslan plantas y estructuras de granjas. Con este modelo productivo, la reacción a eventos epidemiológicos será más rápida y de control más fácil.