Ahorro de agua en el procesamiento avícola

El mayor cuidado en la forma de utilizar el agua reduce el desperdicio de este valioso recurso y mejora el resultado final.

A la
industria avícola constantemente se le recuerda de la necesidad de satisfacer
la creciente demanda de alimentos, pero, no debe olvidarse que los recursos son
limitados. Cada vez es más escasa y valiosa el agua, hay menos tierras de
cultivo y el impacto del cambio climático es una creciente realidad.

Debido
a su eficiencia, la industria avícola surge como el proveedor número uno de
proteína animal sustentable, ya sea como carne o huevos, aunque aún hay algunos
ejemplos en los que no es tan eficiente como debería de ser, ni hace el mejor
uso de los recursos. Uno de estos es el uso del agua en las plantas de
procesamiento avícola, aunque, hay muchísimas formas en que se puede ahorrar.

Infraestructura

Al
inicio de la cadena de procesamiento, el agua se usa para el lavado, y mediante
la adición de los productos adecuados se realiza la desinfección de las aves.
Cualquiera de los equipos que se usan en estos procesos debe proporcionar el
volumen suficiente de agua, pero no debe desperdiciarla. No obstante, en el
funcionamiento diario de la planta de procesamiento, la realidad no siempre va
de acuerdo con el ideal.

El
equipo usado para el lavado de las canales puede estar ubicado en las áreas de
escaldado, desplume y evisceración de la planta de procesamiento, y puede
consistir simplemente de la tradicional ducha casera. Esto resulta en un alto
consumo de agua potable de calidad, que cuesta mucho producir.

Además,
se puede encontrar este mismo tipo de ducha en la evisceración y en el peor de
los casos, no se usa más que una manguera de media pulgada y nunca se cierra el
suministro de agua.

Tuberías y mangueras con goteras

En
algunas estaciones de bioseguridad, las instalaciones de lavado de manos y
botas proporcionan más agua de la que se necesita, por lo que, una vez más, se
desperdicia. De la misma forma, las tuberías utilizadas para la limpieza de la
planta de procesamiento pueden no estar en buen estado y quizás estén sin las
válvulas de control adecuadas.

Factores operativos

En
algunas plantas de procesamiento, tan pronto como inicia el turno diario, se
echan a andar los transportadores superiores, equipos de escaldado, desplume y
lavado, y entre ellos el de evisceración. Pueden tardarse hasta ocho minutos en
llegar las aves a la zona de lavado, por lo que al poner estas operaciones en
funcionamiento inmediatamente después de iniciar el primer turno, esto va a
resultar en desperdicio de agua cada día.

Otro
problema que puede surgir es el sobrellenado de los escaldadores. Cuando los
sopladores empiezan a trabajar y se agita el agua, puede haber derrames. Esto
significa que deba añadirse más agua, además del litro por ave que entra al
escaldador, si hay que sumergir las aves a la profundidad necesaria.

En
algunas plantas de procesamiento, el transportador superior de la evisceración
se echa a andar tan pronto como las aves llegan al área. El problema con esto
es que se abren inmediatamente las válvulas que controlan los aspersores y
lavadoras de canales, lo cual significa que se desperdicia agua antes de que
lleguen los pollos a la primera estación de trabajo, en donde se corta la
cloaca.

En
algunas estaciones de pelado de mollejas en donde hay dos o más puestos de
trabajo, no se controlan de forma independiente las válvulas de agua. En
consecuencia, si está en funcionamiento un puesto de trabajo, funcionan todas
las válvulas de los aspersores que suministran el agua a los rodillos. En casos
como este, rara vez se busca darle solución.

Pasa
algo similar cuando se llenan los enfriadores o chillers con canales y
residuos, y en algunas plantas, el nivel inicial de agua queda por arriba del
brazo de las paletas y del tornillo. La adición de hielo hace que suba más el
nivel. Una vez que se echan a andar los sopladores, la turbulencia resultante
desperdicia aún más agua costosa; no se olvide además de que se ha gastado
dinero en enfriarla. Como sucede con los escaldadores, se tiene que añadir agua
para mantener el nivel correcto, que normalmente es de un litro por canal
ingresada.

Las
juntas mal reparadas pueden representar otro problema en las plantas de
procesamiento y los pequeños agujeros pueden ser otra vía a través de la cual
se fugue agua de los escaldadores y chillers. Este goteo continuo desde el
momento en que se llenan las tuberías hasta el final del turno, puede acumular
varios litros de agua al día.

Otro
problema puede ser la eliminación de las válvulas de control ajustable,
diseñadas para ofrecer una presión variable del agua en mangueras de lavado,
práctica que a veces pasa por alto el gerente de planta. En un intento por
restaurar el control, a menudo los trabajadores utilizan el pulgar para regular
la presión del agua, método que está lejos de ser eficiente. Un problema
adicional se da cuando se aplica detergente a la planta, que al igual que la
válvula del final de la línea, los trabajadores deben de ir hasta el control
general para cerrar el suministro de agua, cosa que no siempre hacen.

Reducción del desperdicio de agua

Necesita
crearse una cultura en la que se haga todo el trabajo rápidamente y bien para
evitar el desperdicio de cualquier forma, lo cual incluye la conexión de tubos,
mangueras y las reparaciones necesarias. Otro desafío para los gerentes de
planta sería el de poder organizar un inicio más escalonado de cada proceso al
principio del turno e insistir en tener una mayor precisión. Esto podría
resultar en la reducción del consumo de energía, aumento de la vida útil de los
rodamientos, la reducción del agua desperdiciada mediante el ajuste adecuado de
la presión del aire utilizada por los sopladores y la disminución general de la
cantidad del agua usada por pollo procesado.

Aunque
no todos lo saben, la sangre aviar tarda más en coagular que la de los mamíferos,
lo cual debe verse reflejado en el diseño y ángulo de la canaleta de sangre, de
tal forma que se use sólo el agua suficiente que se necesita para ayudar a
movilizarla hacia donde se almacena temporalmente. Esto puede resultar en
ahorros sustanciales de litros usados por ave procesada.

Uso de las boquillas adecuadas de aspersión
en todas las lavadoras

Para la
evisceración deben usarse aspersores tipo flauta, particularmente al realizar
el corte de la cloaca, la eliminación de las vísceras, del corazón y del hígado
del paquete intestinal, y la molleja.

El
sistema de tuberías de agua debe ser parecido al del aire comprimido, con
acomplamientos rápidos y pistolas de presión de agua.

Las
estaciones de bioseguridad deben contar con sensores de movimiento que
controlen el flujo del agua para el lavado de manos y botas. Y quizás valga la
pena considerar cómo muchos hospitales ahora manejan el lavado de manos: con un
gel desinfectante que se puede aplicar a manos y brazos sin agua.

Reutilización del agua y recolección de agua
de lluvia

El
adecuado tratamiento de aguas residuales puede llevar a su reutilización, por
ejemplo, para la limpieza de pisos en el área de recepción de aves, donde los
camiones esperan para descargar a las aves, en los baños y para el suministro
de calderas y torres de enfriamiento.

En
algunas plantas de procesamiento se recolecta, trata y almacena el agua de
lluvia, la cual puede usarse, en función de la calidad, para el procesamiento y
usos industriales.

Con el
reciclaje de las aguas residuales o la recolección del agua de lluvia, se puede
reducir el volumen total de agua dulce que se usa para el lavado del equipo y
la planta, en un promedio de seis litros por ave. Cuando se procesan todos los
días grandes volúmenes, los ahorros anuales en costos operativos son
significativos y contribuirán a la competitividad del producto final.

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