4 aspectos esenciales para prevenir enfermedades aviares

No solo se trata de bioseguridad, según dice el médico veterinario Rafael Fernández. Hay que tomar en cuenta varios aspectos para mantener la sanidad aviar.

Mantener la sanidad aviar es un asunto que no debería interesar únicamente a los productores avícolas. Se trata de un aspecto que debe abordarse de forma holística, tomando en cuenta los distintos factores que podrían afectar a las aves y los diversos sectores que participan en el proceso.

Así lo explicó el Dr. Rafael Fernández, médico veterinario y especialista avícola, durante la conferencia Enfermedades aviares emergentes en Latinoamérica, impartida durante el XXV Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura Honduras 2018, celebrado en agosto en San Pedro Sula.

Fernández detalló que las enfermedades aviares se pueden clasificar en tres grupos: las respiratorias, las digestivas y las inmunitarias.

En las enfermedades respiratorias se encuentran: el Newcastle, la bronquitis, la laringotraqueítis infecciosa (LTI), la influenza aviar, el neumovirus, la infección por micoplasma, la coriza, la Pausteurellay el Gallibacterium a.

En las enfermedades digestivas, se agrupan: el REOvirus, la hepatitis, la viruela, la Salmonella, el Clostridium, el E. coli, la coccidia, las micotoxinas y las causadas por alimento.

Mientras que en las enfermedades inmunitarias destacan: la enfermedad de Marek, la anemia infecciosa, la enfermedad de Gumboro, la leucosis, la reticuloendoteliosis, la viruela y el REO.

A continuación los cuatro aspectos que Fernández pide tomar en cuenta a la hora de prevenir enfermedades aviares:

  1. Monitoreos epidemiológicos

Usualmente, los países —sobre todo los que han detectado la enfermedad— mantienen un monitoreo constante sobre la influenza aviar y sus distintas cepas, según lo requiere la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Sin embargo, esta no es la única enfermedad que ataca a las aves.

“Así como lo mantienen [el monitoreo sobre la influenza aviar], yo recomendaría que también lo mantuvieran para otras condiciones, como la hepatitis por cuerpos de inclusión, porque ya está apareciendo en el medio ambiente. Que lo hagan también con las cepas nuevas de reovirus. Que lo hagan también con Gallibacterium anatis, que es una bacteria respiratoria que la gente dice que es micoplasma y no lo es”, explicó el especialista a preguntas de Industria Avícola.

El propósito del monitoreo, más allá de buscar el establecimiento de una vacuna, es “conocer la prevalencia de esa enfermedad en el medio ambiente” para entonces tomar las medidas que correspondan.

Este monitoreo debe realizarse no únicamente desde el gobierno, sino en conjunto con la academia y el sector privado. “Debe ser algo complementado, que trabajen en conjunto”, dijo Fernández.

  1. Vacunación de aves

“Las vacunas no previenen la infección para ninguna enfermedad. Las vacunas lo que previenen es que vayan a presentarse en un momento determinado los signos clínicos de la enfermedad. Las vacunas lo que previenen es que haya menor excreción de los virus en el campo”, destacó el especialista.

Sin embargo, sostuvo que “la vacuna solita no hace nada” si no se toman en cuenta los otros aspectos mencionados en este artículo.

  1. Medidas de bioseguridad

“Las medidas de bioseguridad son de importancia número uno para evitar la introducción de enfermedades nuevas en las granjas y la exposición que tienen alrededor por las aves de traspatio”, expresó Fernández. No se trata solo de establecer las medidas, sino de seguirlas a cabalidad para mantener la sanidad aviar.

No obstante, Fernández llamó la atención sobre el hecho de que la bioseguridad sola no necesariamente previene el contagio de enfermedades, pues a veces una granja “está rodeada de mucha exposición”, sobre todo cuando hay aves de traspatio alrededor de esta. “La granja se defiende, pero está constantemente expuesta y al momento que ocurra un quiebre de esa inmunidad, pueden aparecer las enfermedades”.

  1. Alimentación y manejo de las aves

Por último, el médico veterinario indicó que, podemos tener los otros tres puntos, pero si las aves no son bien alimentadas y manejadas, se deja un espacio para las enfermedades.

“Los anticuerpos, que es lo que defiende al pollito, son aminoácidos, son proteínas, entonces tienen que tener buen alimento. El alimento representa el 70 o 75 por ciento de los costos productivos. Asimismo, el alimento es el responsable de que el ave esté sana, no solamente con las vacunas lo podemos hacer”, puntualizó.

De igual forma, Fernández dijo que el manejo de las aves permitirá controlar las “condiciones adversas”, de manera que se evite un alza en los niveles de cortisona, que es inmunosupresora.

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