Medidas contra el COVID-19 para producir huevos sin jaulas

Avícola Rujamar sigue produciendo y distribuyendo huevos libres de jaula en España en medio de la pandemia, pero extremando precauciones.

Avícola Rujamar cuenta con 1.2 millones de ponedoras sin jaulas, por lo que es el mayor productor de huevos libres en España. Sus principales operaciones se encuentran en la zona de Cuenca (al centro este del país). Rujamar cuenta con cinco casetas que superan las 150,000 aves.

En la actualidad, producen 295 millones de huevos al año en piso, con un peso promedio de 62 g. Cuentan con gallinas Lohmann, Isa Brown y Hy-Line. Toda la producción es de huevo marrón o rojo, que es el que más gusta a los españoles por la buena imagen —de huevo de campo, no industrial— de la que goza.

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Mascarilla, guantes y toma de temperatura: imprescindibles

En cuanto se decretó el estado de alarma en España por el COVID-19, Rujamar decidió dar un paso adelante en sus estrictos controles de limpieza y desinfección. “Nosotros lo que hemos hecho en la fábrica de piensos [alimentos balanceados] es un control exhaustivo de las personas”, contó a Industria Avícola Rubén Martínez, CEO de la empresa.

Las personas que transportan el alimento están obligadas a usar guantes de látex y mascarilla en la planta y en todo el recinto de Rujamar, y la empresa los proporciona. Además, toman la temperatura de los camioneros.

El uso de guantes y mascarilla es también obligatorio mientras estén dentro del camión. Solamente pueden bajar de él para abrir las compuertas traseras, si es necesario, o para cerciorarse del peso en la báscula.

El 100% de los vehículos que entran en Rujamar se desinfectan en un arco de desinfección perfeccionado por la empresa. “No solamente echa (agua y desinfectante) por arriba y por los lados, sino también desde el suelo, para desinfectar los vehículos”.

Está prohibida la entrada de todas las personas que no sean imprescindibles en el núcleo, desde inspecciones de sanidad, hasta auditorías. “Hemos reforzado el sistema de control de accesos, donde tenemos personal las 24 horas para que no pueda entrar nadie”. Rujamar no acepta ninguna visita de familiares o proveedores, ni de ningún veterinario, nadie externo a la empresa puede entrar, pues cuentan con su propio equipo veterinario y de nutricionistas.

Personal sano y con mucho trabajo

En la zona de Cuenca, donde Rujamar se ubica, hay gente contagiada por el COVID-19, como en todo el país. No obstante, están libres en el pueblo donde están exactamente localizados, San Lorenzo de La Parrilla y alrededores. “Hoy [hasta el momento de la entrevista] te puedo decir que estamos libres al 100% de coronavirus en nuestra plantilla. No tenemos ningún positivo en los 157 empleados”.

En Rujamar, en estas épocas de crisis sanitaria, le han pedido un esfuerzo extra al personal —un esfuerzo remunerado— porque han tenido más carga de trabajo. Decidieron no aumentar los puestos de trabajo y mantener el personal actual “porque sabemos que está limpio de coronavirus, que no ha estado en contacto con nadie”.

Los cambios ya están aquí

Para Martínez, algo que ha sido evidente es que muchos puestos de trabajo se pueden hacer desde casa, principalmente los administrativos. Pero una vez que pase todo esto, otros departamentos como Recursos Humanos o Recursos Informáticos, manejo de notas de entrega, cargas o almacenes, podrán teletrabajar.

En la actualidad, alrededor de un 10% del personal de Rujamar está teletrabajando. Martínez considera que al menos la mitad de estos van a seguir así una vez pasada la crisis. “La gente lo valora, lo agradece. Yo lo que busco no es controlar las horas, sino rentabilidad y un trabajo realizado. Si es más cómodo realizarlo desde casa, pues que así sea”, apelando también a la responsabilidad individual.

En cuanto al manejo de la granja, la situación cambia. “Hay que ser sinceros, el animal en una nave [galpón o caseta] no lo puedes gestionar desde una videocámara en tu casa. El animal necesita que tú lo veas, que lo sientas, que lo huelas, que lo toques, que lo percibas”.

Vaivenes del mercado en la crisis

Entre el 70% y el 80% de la producción de Rujamar se vende a las grandes superficies a nivel nacional. En los primeros 10 días de marzo de 2020, notaron un incremento exponencial en ventas. De una semana a otra se triplicaron. Pensaron que sería un pico por el estado de alarma y que como ya se había triplicado, no habría pedidos. Pero se llevaron la sorpresa de que seguía la misma cantidad de pedidos con respecto al consumo normal.

Hacia la tercera semana de la crisis, justo antes de Semana Santa, notaron ya un descenso considerable de ventas. Para Semana Santa, ya se había igualado el consumo con normalidad.

Estos vaivenes son el reflejo del pánico de la ciudadanía al intentar abastecerse de huevos, lo que provoca un desabastecimiento de los supermercados. Pero cuando el consumidor se da cuenta de que hay huevo todos los días, consume lo que realmente necesita.

El sector horeca golpeado

Como ya sabemos, el sector horeca ha sido uno de los más afectados. Rujamar, por ejemplo, vende en España al grupo mexicano de restaurantes Alsea, que maneja marcas como Domino’s Pizza, Starbucks, Burger King, Vips, Foster´s Hollywood, Lavaca, Cañas y Tapas, Gino’s, Friday’s, Wagamama y British Sandwich Factory (BSF) en más de 1,000 establecimientos en el mercado español. Al estar cerrados, evidentemente han dejado de vender ese huevo.

No obstante, “lo hemos compensado al vender más a la gran distribución. Calculo que la gran distribución va a vender 20-25% más de lo que vendía antes”. Todo lo que no se consume en los bares y restaurantes, hoteles, universidades, escuelas, guarderías y demás, se va a consumir en casa.

El consumidor a favor

En España, hay un sentimiento por parte del consumidor muy favorable con los productores agropecuarios en general. “He recibido agradecimientos por el esfuerzo que estamos realizando por parte de los directores generales de las grandes superficies, de mis clientes. Creo que hoy en día estamos muy bien vistos en la sociedad”.

A Martínez le queda claro que los productores agropecuarios “no estamos fallando y estamos dando todos los productos que las grandes superficies nos piden”. Esto no es fácil, en una situación como la de España de cierre total y de estado de emergencia. Es complicado evitar que la enfermedad entre a las empresas y mantener esa estructura, pero “creo que está siendo bien vista por el consumidor”.

Recomendaciones para los avicultores latinoamericanos

Martínez es muy enfático en su recomendación: no cometer los mismos errores que se han cometido. Aunque no se tenga ningún positivo en la empresa y ahora mismo solo haya un ligero incremento de positivos en el país que sea, recomienda hacer lo siguiente cuanto antes:

1. Uso obligatorio de mascarillas y guantes de látex para el 100% del personal durante las ocho horas de trabajo.
2. Guardar la distancia de seguridad.
3. Desinfectar perfectamente los vehículos con arcos de desinfección en la entrada.
4. Controlar la temperatura corporal con termómetros sin contacto al 100% de las personas que entran.
5. Evitar la entrada de cualquier persona que no sea imprescindible.
6. Pedirle al personal que cuando regrese a su casa no interactúe con otras personas que no sean estrictamente las de su familia.
7. Pedirle al personal que se queden en casa, que no salgan para nada y si salen, que lo hagan con mascarilla y guantes de látex.

“Es mejor pecar de prudente a que no se meta un positivo de coronavirus dentro del centro de clasificación, de las naves o las incubadoras y te deje de un día para otro sin plantilla”. Sería un gran problema quedarse sin personal porque las gallinas siguen comiendo y poniendo huevos. “Tenemos que dar servicio todos los días. Cualquier medida de precaución que tomen es poca”, afirmó.

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