5 desafíos tecnológicos para la avicultura latinoamericana

La tecnología llegó para quedarse, pero no todos han sabido sacar provecho de ella. Además de los datos disponibles, la adaptación tecnológica es un gran desafío en Latinoamérica.

En la última década, la tecnología ha provocado cambios significativos en el mundo, y en la avicultura no ha sido la excepción. Hoy en día, “nadie puede imaginarse sin un celular” y las oficinas casi se han visto reducidas a una computadora y un teléfono inteligente, a juicio de la gerente de Producto Digital para Avicultura de Cargill, Ana Paula Maia.

“Los cambios que vemos han sido lentos en comparación con lo que vamos a ver en el futuro”, afirmó Maia en su conferencia Automatización y la transformación digital de la industria avícola en América Latina, ofrecida durante el OVUM 2019 (XXVI Congreso Latinoamericano de Avicultura), en Lima, Perú.

Ante estos cambios, es importante que los avicultores sepan cómo integrar la tecnología a sus producciones para evitar quedarse en el pasado y tengan la mente abierta a lo que vendrá. Por esto, Maia habló de los mayores desafíos que enfrenta la integración tecnológica en la avicultura de Latinoamérica y adelantó formas para enfrentarlos.

Ana Paula Maia, gerente de Producto Digital para Avicultura de Cargill, presentó la conferencia Automatización y la transformación digital de la industria avícola en América Latina durante el OVUM 2019, en Lima. (Cindy Burgos)

  1. Velocidad y cantidad de la información disponible

Actualmente, uno de los mayores desafíos en la industria avícola es la cantidad de datos disponibles y la velocidad con la que se producen. “Generamos un volumen de datos muy grande y nosotros, como seres humanos, no conseguimos procesar esos datos de manera rápida y correcta”, sostuvo Maia.

Por esto, “cada vez es esencial la integración de esas tecnologías” que miden los datos —que van desde sensores en las granjas hasta robots avícolas— para poder procesarlos adecuadamente. “Es necesario que tengamos una plataforma que pueda apoyar esos datos y que pueda procesarlos de manera inteligente en tiempo real”, agregó la especialista de Cargill.

Además del procesamiento de datos, es importante que sepamos qué datos vale la pena analizar para evitar conclusiones equivocadas, dijo.

  1. Desarrollo de una cultura de gestión de datos

Luego de saber qué datos vale la pena mirar y tener la plataforma adecuada para procesarlos, es importante desarrollar una cultura de gestión de datos. Esto significa que los empleados de las producciones avícolas deben estar adiestrados para analizar estos datos y reconocer la importancia de hacerlo para mejorar la eficiencia de la empresa.

“Tenemos que colectar esos datos y contar una historia con ellos para llegar a una conclusión y poder tomar una decisión. Esta es la forma como trabajamos, planeamos, capturamos los datos con todas las tecnologías que tenemos. Después, vamos a hacer un monitoreo de los indicadores importantes”, explicó Maia.

Agregó que, en ocasiones, habrá datos que son incorrectos. Con una cultura de gestión de datos, los empleados sabrán identificar qué está mal, por lo que podrán corregirlos y enfocarse en los verdaderos problemas del negocio.

  1. Ir de la reacción a la predicción

“Hasta ahora, hemos sido muy reactivos”, indicó la gerente de Producto Digital para Avicultura de Cargill en referencia a la forma en que se toman decisiones en la avicultura. “Hoy también tenemos que predecir… Empezamos a hacer un análisis de predicción”.

Con las nuevas tecnologías disponibles y un análisis adecuado de los datos, será posible para los productores avícolas predecir cuándo podría haber un mal desempeño, por lo que podrán corregir la situación antes de que sea un problema para el negocio.

Como ejemplo, Maia indicó que se utilizó un “modelo estadístico avanzado” en una empresa avícola con 60-70 galpones en la que se buscaba predecir el desempeño del lote según el peso de las aves. Con los datos que se tomaron semanalmente en cada galpón, “predecíamos el peso cada semana, redujimos en un 60% la variabilidad cuando el pollo se lleva al matadero”. El técnico “vio todo eso sin necesidad de ir a la granja”, pero sabiendo dónde ocurrían las situaciones que se debían corregir.

  1. Adaptación a las nuevas tecnologías

Pese a que ya hay casos de éxito en el uso de tecnologías en la avicultura, todavía hay resistencia para implementar los cambios, otro de los retos que se deben enfrentar en Latinoamérica.

“Hay que hacer que las personas entiendan que la tecnología es una herramienta de trabajo, puede ayudar a tener mayor calidad de vida… La posibilidad de que la mano de obra agrícola sea remplazada por la tecnología es alta, pero eso no significa que se va a quedar sin trabajo. Ese es el liderazgo que tenemos que presentar”, expresó.

Con esto se refiere a que, si bien tecnologías como los robots avícolas pueden desplazar a personas fuera de las granjas, esas personas podrían utilizarse para otros trabajos igualmente necesarios en el negocio, podrían vigilar los datos que producen esos robots para una mejor toma de decisiones, entre otros.

  1. Desarrollo de un mejor producto

“El cielo es el límite. Tenemos que enfocar la producción. Por eso, la integración y el gerenciamiento de datos es importante para que tengamos en Latinoamérica un mejor pollo, un mejor producto”, destacó Maia.

La inteligencia artificial, el ‘big data’, la robótica y otras tantas tecnologías deben servir para el desarrollo y producción de mejores productos avícolas, y este debe ser el fin de los avicultores.

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