Autoridades de ambos países firmaron un memorándum de entendimiento para el comercio de carnes; productores bolivianos piden mejores condiciones para ser más competitivos.
La primera estación hecha por la delegación comercial boliviana al Asia, liderada por el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, arrojó como “resultado un memorándum de entendimiento para la exportación de carne boliviana (porcina, vacuna y aviar)” a la República Socialista de Vietnam.
El documento fue signado por “el director del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) de Bolivia, Javier Suarez, y por la directora adjunta del Servicio Sanitario de Vietnam, Thu Thuy”, según reportó el diario paceño La Razón, medio que agregó que la misión espera lograr un acuerdo similar con la República Popular China.
El gigante asiático es la siguiente parada dentro de este esfuerzo “en el marco de la política gubernamental de viabilizar un mayor acceso a los mercados de exportación para los excedentes cárnicos”. De la delegación boliviana hacen parte el director del Senasag, el vicepresidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (FegasaCruz), Alejandro Díaz; el vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Oscar Mario Justiniano; y el director de operaciones de la avícola Sofía, Jaime Isidoro Moreno.
“El memorándum de entendimiento entre Bolivia y Vietnam es muy positivo para el sector avícola, puesto que la exportación de carne de pollo es un pedido que viene desde hace varios años atrás”, indicó el presidente de la Comisión Nacional de Avicultores de Bolivia, Winston Ortiz, al periódico Los Tiempos.
El dirigente añadió que Bolivia tiene un consumo de 15 millones de pollos mensuales, mientras que la producción alcanza 20 millones, aunque la capacidad instalada es de 30 millones, por lo que existiría una importante oferta exportable. Sin embargo, los altos costos de producción son el inconveniente principal para la producción nacional, a juicio de Ortiz.
Hace referencia a la producción local de maíz que, por la no autorización del uso de semillas transgénicas, solamente alcanza un rendimiento de tres toneladas por hectárea cuando podría ser de 10 toneladas. “Con base en estos datos, los productores consideran que el uso de la biotecnología es la mejor alternativa para reducir costos de producción y competir en los mercados de exportación”, opinión que compartió el presidente de la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), Ricardo Alandia.