Avicultura tendría un futuro positivo, pese al COVID-19 y la PPA

El crecimiento de la industria avícola podría continuar si los problemas de la cadena de suministro se manejan adecuadamente, según un informe de Rabobank.

Los desafíos asociados con la pandemia de coronavirus COVID-19 y la peste porcina africana (PPA) que enfrenta la industria porcina afectarán a la industria avícola mundial en el 2020. Sin embargo, se podría ver un crecimiento potencial si se manejan adecuadamente los crecientes desafíos en la cadena de suministro, expresó Rabobank en su último análisis trimestral sobre la avicultura Poultry Quarterly.

“En términos de mercados, esperamos un mayor consumo de carne aviar en el hogar y mayores ventas de productos avícolas no perecederos. La disponibilidad laboral y los problemas logísticos, como los que afectan la distribución, probablemente afectarán la oferta en los próximos meses. El coronavirus también afectará el suministro global de insumos avícolas (como aditivos para alimentos balanceados y productos para la salud animal), debido a interrupciones entre los proveedores chinos y de otros países”, explicó Nan-Dirk Mulder, especialista sénior global en Proteína Animal de Rabobank.

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Los desafíos que trae el COVID-19

Se espera que la pandemia de COVID-19 cause una desaceleración económica mundial. El comercio será más volátil de lo habitual este año, con destinos, orígenes y precios afectados.

Los mayores desafíos asociados con la pandemia de COVID-19 serían las posibles interrupciones en la oferta y la demanda asociadas con problemas de cuarentena y logística de parte de los proveedores chinos y otros, y una creciente demanda del consumidor hacia el consumo en el hogar y productos no perecederos.

“El desempeño del primer trimestre de 2020 hasta la fecha ha sido mixto, con China como el mayor impulsor de la volatilidad. China se ha visto muy afectada por las perturbaciones del suministro impulsadas por las restricciones de transporte relacionadas con el coronavirus a principios de febrero, que restringieron el acceso de los agricultores a los insumos (alimentos balanceados, medicamentos, pollitos de un día) y las ventas de aves terminadas. Esto se resolvió más o menos con una nueva regulación que prioriza la producción de alimentos, pero el impacto en el suministro durará varios meses”, indicó el informe.

El crecimiento económico mundial para 2020 se desacelerará a 1.6%, por debajo del 2.9% en 2019, señaló Rabobank. El mercado debería recuperarse al 3.2% para 2021. Algunas cadenas de suministro podrían sentir impactos a largo plazo en la oferta y la demanda, dependiendo de la intensidad de los brotes.

China sentirá el mayor impacto y se prevé que el crecimiento sea del 2.4%, frente al 6.1% del año pasado. Si bien su economía ya está comenzando a recuperarse, una recuperación total depende de una demanda comercial e inversión más boyantes a nivel mundial.

Sin embargo, la demanda de proteínas se mantendría fuerte y el sector avícola puede incluso beneficiarse debido a su competitividad de precios en comparación con la carne de cerdo y la de res.

La PPA, una oportunidad para la avicultura

Los expertos de Rabobank predicen una nueva caída en la producción de carne de cerdo en Asia este año debido a los desafíos de la PPA. Esta podría ser una oportunidad para el mercado avícola si se pueden manejar los problemas en la cadena de suministro causados ​​por el brote de COVID-19.

Los expertos predicen que la producción de carne de cerdo en China podría caer en un 15% a 20% en 2020 debido a la PPA. El año pasado, la producción porcina disminuyó en un 22%.

“En circunstancias normales, esto significaría una mayor expansión significativa de la producción avícola en China, en un 15-20% interanual, pero esto se retrasará por los impactos del coronavirus”, explicó el informe.

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