El incremento más dramático se vive en el maíz amarillo duro por la mala cosecha interna, afectada por sequía
El
 Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas de Colombia (Dane) publicó
 su más reciente informe sobre el comportamiento de las importaciones en este
 país andino, correspondiente al primer mes de la presente vigencia. De acuerdo
 con los datos contenidos en dicho estudio y consultados por Industria Avícola,
 se aprecia un sobresaliente crecimiento de las compras en el exterior de dos de
 los principales insumos demandados por los avicultores: el maíz amarillo duro y
 la soya.
Para el
 caso del maíz, en comparación con enero de 2014, el incremento del costo en
 dólares de las importaciones fue del 125.4 por ciento, explicado principalmente
 por la mala cosecha nacional (que no obstante jamás ha suplido la demanda
 interna), así como por el bajo costo de este commodity y las previsiones
 tempranas ante una creciente devaluación (cercana hoy al 40 por ciento).
 Colombia pasó en un año de importar US$65.9 millones a US$148.5 millones en
 maíz.
En cuanto
 a la soya, la variación positiva de las importaciones alcanzó el 73.1 por
 ciento, al crecer de US$14.4 millones a US$25 millones. En conjunto, estos
 granos fueron importados en enero pasado por los industriales y
 agroindustriales colombianos en un monto que fue 198.5 por ciento mayor al
 registrado en igual periodo de 2014. Maíz y soya fueron los ítems individuales
 de más alzas dentro de los productos agropecuarios importados, casi los únicos
 responsables de los 17.6 puntos porcentuales que en total crecieron las
 importaciones de este sector de la economía.
En
 productos agropecuarios, Colombia importó globalmente en enero unos US$574.5
 millones, lo cual representó el 11.8 por ciento de las importaciones totales,
 avaluadas por el Dane en el referido periodo en US$4,885 millones. Es de
 resaltar que en el origen de estas importaciones uno de los países que más
 creció sus ventas a Colombia fue Estados Unidos, en un 21.6 por ciento. Este
 dato contrasta con Brasil, otrora primer proveedor para Colombia de cereales y
 oleaginosa, que vio caer sus exportaciones a su vecino del norte suramericano
 en un 43.7 por ciento.
