El robot ChickenBoy para el mundo junto con Big Dutchman

La avicultura de precisión contará con una herramienta comercializada en todo el mundo con este acuerdo.

La robótica irrumpió en la producción avícola para ayudarnos a vigilar a los pollos y analizar la enorme cantidad de datos que se recopilan de su entorno. Uno de los robots es el ChickenBoy, desarrollado por Faromatics, SL, de España.

El robot trabaja en tres áreas: ambiente (temperatura, humedad relativa, velocidad de aire y dióxido de carbono en toda la granja); salud y bienestar (detecta mortalidad y hace análisis de la digestión); y equipos (detecta bebederos rotos y las manchas en el suelo de la humedad).

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Con instalaciones en España, Holanda, Alemania, Inglaterra y Francia, los creadores del robot ChickenBoy llegaron a un acuerdo el pasado mayo con Big Dutchman. De esta forma, “Big Dutchman será nuestro distribuidor global, o sea (habrá) acceso a 174 países para distribuir el ChickenBoy, así como para servicio posventa, incluido el servicio técnico”, señaló Heiner Lehr, el director ejecutivo (CEO) de Faromatics, SL.

Nuevos productos a la vista

Este acuerdo entre Big Dutchman y Faromatics ha creado sinergias, de tal forma que ahora se encuentran juntos en la fase de desarrollo de nuevos productos. “Aún no puedo decir qué productos, pero los vamos a presentar en Eurotier del año que viene”, añadió Lehr. Es probable que lleguen a presentar tres nuevos productos, se informó.

Los productos a desarrollar ambas empresas son diferentes a lo que Faromatics lleva a cabo. “ChickenBoy es nuestro; estamos desarrollando nuevos productos junto con ellos que también serán otros robots, pero todavía no podemos de dar detalles”. Así, Faromatics sigue su camino, pero ahora cuentan con un socio que les va a permitir empezar la comercialización a principios del próximo año.

La comercialización empezará en Europa, para poder atender mejor las cuestiones de servicio y mantenimiento, pero tienen pensado dar el salto al continente americano un año después, en algún momento dado.

Énfasis en el qué y no en el cómo

Heiner Lehr fue uno de los conferencistas durante el XXVI Congreso Latinoamericano de Avicultura (OVUM 2019). En una entrevista con Industria Avícola en Lima, explicó que le llamó la atención cómo se habla de la producción avícola en Latinoamérica. “Todavía se hace mucho hincapié en la producción de un ingrediente, las proteínas, como ingrediente para la nutrición humana, y poco énfasis en cómo las creamos”. Lehr se refiere a los animales mismos, a cómo los criamos, cómo los hacemos crecer.

Según indicó, Europa se encuentra en el punto donde ya no se habla de la creación de proteína, sino de “la ganadería de animales y solo bajo condiciones aceptables”. El consumidor europeo no quiere cualquier animal, “sino que haya estándares más altos de lo que hace en la actualidad la industria, que puedan consumir carne sin remordimientos”.

Lehr observó que en el congreso las presentaciones eran sobre digitalización e innovación, temas quizás ya vistos, según su apreciación. “Pareciera que, en este momento, estamos todavía pensando si el negocio digital será necesario o no, y si vamos a innovar o no”.

Consideró que en Europa y Norteamérica ese paso ya se dio. “La pregunta es más bien quién ganará la batalla digital, dónde estarán nuestros datos, quién proveerá la plataforma para estos datos y la innovación es claramente una parte fundamental del núcleo de los negocios”.

En Latinoamérica, todavía falta un paso que dar. Hay muchas granjas que siguen con una cantidad de personal que sería insostenible en otras partes del mundo y “que podrían sacar un rendimiento seguramente muchísimo mayor de lo que estamos sacando ahora”, añadió, incluso con las condiciones locales y actuales.

“Yo creo que, si se estudia un poco la estructura del sector y qué empresas crecen más que otras, se pueden sacar conclusiones de qué sistemas sí funcionan y qué sistemas no”, finalizó.

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