Esta buena racha en el mundo se extenderá, por lo menos, hasta el año entrante
La
 prestigiosa entidad financiera holandesa Rabobank publicó su informe del tercer
 trimestre de 2014 sobre el sector avícola, el cual fue reseñado en el sitio web
 oficial de la Asociación de Productores Avícola de Chile (APA). En dicho
 documento se concluye que el comercio avícola mundial seguirá creciendo hasta
 fines de año y después de esa fecha, debido a una gran demanda por carne de
 pollo, a los altos precios de las otras carnes y de las expectativas de menores
 costos de insumos de alimentos.
Rabobank
 señala que el veto ruso a la importación de productos de la Unión Europea (UE),
 Estados Unidos y otros países no alterará las expectativas favorables para el
 sector avícola, pero que los canales tradicionales de exportación cambiarán.
 Brasil reforzará su liderazgo y se espera que aumenten sus exportaciones a
 Rusia y Sudáfrica, mientras que la UE y Estados Unidos buscarán ingresar a los
 mercados de África, Asia y Europa Oriental.
Pero
 no sólo Rusia afectó el comercio mundial de proteínas. Por su parte Sudáfrica
 impuso altos gravámenes a las importaciones de aves de la UE, incluyendo
 Holanda, Alemania y el Reino Unido, afectando al 50 por ciento de las
 importaciones avícolas de Sudáfrica. Como efecto de las restricciones impuestas
 por Rusia y Sudáfrica es que habrá una serie de cambios en los mercados de
 exportación para más de 500.000 toneladas de pollo y pavo, o sea el 5 por
 ciento del volumen mundial total.
Con
 respecto a las exportaciones de pollo argentino a Rusia, Rabobank manifiesta
 que será parcial y que la industria de Argentina se enfocará al mercado
 interno. Y en relación a los envíos de pollo de estadounidense al mercado ruso,
 el informe expresa que representa el 8 por ciento del total de las
 exportaciones y que este país podrá vender esa cantidad a otros mercados.
Finalmente, a pesar del veto ruso las expectativas
 para las exportaciones de pollo de la Unión Europea son favorables debido a una
 alta demanda y a una oferta limitada, aunque las restricciones de Rusia y
 Sudáfrica sin duda son complicadas, dado que Rusia compra el 6 por ciento y
 Sudáfrica compra el 14 por ciento de las exportaciones de pollo de la UE.