Qué pasa con el monstruo avícola de Brasil

Quizás bajo una época de hibernación, los avicultores brasileños producen menos ahora, pero se preparan para resurgir en la nueva “primavera”.

Los últimos tiempos no han sido fáciles para Brasil en muchos sentidos; tampoco para su avicultura. Al cerrar el 2018, la producción de carne de pollo se había contraído en un 1.7 por ciento, con 12.82 millones de toneladas producidas el pasado año versus las 13.05 millones de toneladas de 2017. Esto equivale, según nuestros cálculos, a 5,829 millones de pollos producidos.

La disminución impactó el consumo per cápita de pollo, que se redujo un 0.63 por ciento con relación a 2017, con 41.8 kg por persona por año.

Por otro lado, la producción de huevos tuvo un aumento de un 10 por ciento en 2018, para llegar a las 44,200 millones de unidades, cifra mayor que las 39,900 millones de unidades producidas en 2017. Las estimaciones señalan que hay 105 millones de ponedoras en producción.

El consumo per cápita de huevos en 2018 fue de 212 unidades, cifra mayor que las 192 unidades de 2017.

Exportaciones: la médula espinal

En 2018, las exportaciones de pollo, que son la parte medular de la industria avícola brasileña, llegaron a las 4.1 millones de toneladas, es decir, un volumen 5.1 por ciento menor con relación a las 4.32 millones de toneladas exportadas en 2017.

Gracias al promedio mensual de embarques de 377,300 toneladas en el segundo semestre —el mejor desempeño de los últimos tres años—, el sector redujo las pérdidas acumuladas en los primeros seis meses de 2018 (-13.4 por ciento con relación al primer semestre de 2017).

De esta forma, las exportaciones totales de 2018 generaron ingresos por US$6,571 millones, cifra 9.2 por ciento menor con relación a los US$7,235 millones registrados el año anterior.

En el sector del huevo, el panorama fue diferente, pues llegaron a las 10,800 toneladas, es decir, un 80 por ciento por arriba del desempeño logrado en 2017.

Países que influyeron en las exportaciones 

Es el décimo importador de pollo brasileño y se destaca por el crecimiento absoluto más importante entre todos los importadores de carne de pollo de Brasil. En los cinco primeros meses del año pasado, se habían exportado a México 44,800 toneladas de pollo, 100 por ciento más que el año anterior. Esto contrarrestó, de alguna forma, las pérdidas brasileñas en otros mercados. En 2018, se exportaron 111,200 toneladas con valor de US$180.7 millones.

En agosto de 2018, el gobierno mexicano habilitó 26 nuevas plantas para la exportación de carne de pollo. Con las 20 plantas ya habilitadas para este mercado, suman 46 las plantas de procesamiento autorizadas, lo que representa un crecimiento del 130 por ciento en la oferta exportable.

El mercado camboyano se abrió a las importaciones de productos avícolas brasileños a principios de 2018. En el año, se exportaron 115.5 toneladas de pollo, un nivel normal para abrir un mercado.

En el mercado chino, existen dos factores que afectaron las exportaciones brasileñas: la peste porcina africana y las medidas antidumping. En cuanto al primer factor, la alta mortalidad de cerdos del mayor productor del mundo va a causar un aumento en la demanda de carne de países que hoy suministran al mercado chino. Se estima un vacío de casi 4 millones de toneladas, según la información de consultoría de Asia Brazil Agro Alliance.

En cuanto a la competencia desleal (dumping), en febrero de 2019 concluyeron las negociaciones entre chinos y brasileños para la celebración de un acuerdo de compromiso de precios (price undertaking o PU) para las exportaciones brasileñas de carne de pollo. Con esto, quedaron suspendidos los aranceles provisionales de derecho antidumping aplicados por China.

A pesar del PU, el sector exportador de carne de pollo de Brasil no está de acuerdo con la determinación final, pues la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA) defendió siempre que no hubo prácticas de dumping y que tampoco hubo un nexo causal entre las exportaciones de productos avícolas de Brasil y eventuales situaciones mercadológicas locales.

Además, la ABPA y el gobierno brasileño identificaron diversas violaciones del acuerdo internacional antidumping por la autoridad china en el análisis de daños y nexo causal a lo largo del proceso.

Cabe recalcar que, incluso con la aplicación de aranceles, las exportaciones de carne de pollo a China cerraron en 2018 en un 10 por ciento por encima de las realizadas en 2017.

Después de que se prohibiera la importación de carne de pollo de 20 plantas brasileñas, aunque ocho de ellas siguieran exportando carne de pollo fresca sin sal añadida, los embarques a la Unión Europea registraron una disminución a lo largo año, con una leve reanudación en el segundo semestre con respecto al primero.

Este país modificó los criterios relativos al sacrificio para la importación de carne de aves. Los cambios con la readecuación de mercado resultaron en una retracción superior a las 100,00 toneladas en las exportaciones brasileñas, uno de los mercados que más redujo las importaciones en 2018.

Factores internos

Brasil cuenta también con sus propios factores que afectaron a la industria avícola. Uno de ellos fue la huelga de camioneros, en la que millones de aves murieron durante los 10 días de paro en mayo de 2018. El impacto —que dejó al 90 por ciento de las plantas de procesamiento sin funcionar—, superó los BRL3,100 millones, de los cuales BRL1,500 millones fueron irrecuperables.

Además de las pérdidas, de la huelga surgió la tabla de tasas de fletes. Por cuestiones sanitarias, los sectores de aves, huevos y cerdos dependen de los denominados transportes dedicados, que son fidelizados y cumplen distancias cortas. Con esta nueva tabla, el costo logístico para la industria presenta un aumento promedio del 35 por ciento, aunque cercano al 80 por ciento en algunas modalidades, como el caso del alimento balanceado.

Otro de los factores que afectó la avicultura lo fue el costo del maíz y la harina de soya, que representan hasta un 70 por ciento de los costos de producción. En comparación con 2017, el precio del maíz llegó a subir hasta un 50 por ciento y el de la harina de soya, hasta un 40 por ciento. Esto ocasionó importaciones de granos de países vecinos, como Argentina y Paraguay. De acuerdo con las previsiones de oferta de 2019, se espera un menor costo de producción con relación al año anterior.

El tercer factor fue la fluctuación cambiaria. El tipo de cambio fue favorable para las exportaciones brasileñas, en especial a lo largo del segundo semestre. Cuando se consideran factores como los costos de producción y precios internacionales de productos, la relación del dólar con el real es favorable al sector productivo en niveles por arriba de BRL3.50.

Expectativas para 2019

Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil el pasado 1 de enero. Ya desde finales de noviembre, la ABPA presentó al equipo de transición un documento con las peticiones de la avicultura. Entre los puntos abordados, se encuentran algunos que vienen de larga data, como el mejoramiento de la infraestructura vial y ferroviaria. Otras peticiones son:

El alojamiento de reproductoras en 2018 indica una oferta moderada de carne de pollo para este 2019. Se espera, por tanto, que el ritmo de producción de 2019 sea un 1.39 por ciento superior, para llegar a una producción de 13.2 millones de toneladas de carne.

Proyecto 500k ABPA

Cabe mencionar que la ABPA inició un plan estratégico en conjunto con las empresas exportadoras y la empresa de consultoría Ernst & Young. El objetivo es fortalecer la actuación en mercados estratégicos para el sector, con la meta de lograr un volumen promedio de exportación de carnes de aves y de cerdo de cerca de 500,000 toneladas mensuales.

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