La extrusión de los nuevos equipos de Insta-Pro brindan una soya de mejor digestibilidad y alta rentabilidad comparada con la harina de soya tradicional.
“Los pollos no mienten al decirle a uno cuándo un ingrediente es bueno”. Con estas palabras, el vicepresidente de Ventas y Mercadotecnia de Insta Pro, Karl Arnold, inició la presentación de los nuevos equipos de la compañía en el marco de la Exposición Internacional de Producción y Procesamiento (IPPE) de 2020 en Atlanta, Georgia (EE. UU.).
En la fabricación de alimentos balanceados para aves siempre se usa harina de soya y, aunque sea un ingrediente ya bien establecido, eso no significa que no pueda haber mejoras para utilizarlo mejor.
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La soya extruida siempre ha sido de gran valor en la avicultura, pero con el nuevo modelo 9000 de extrusor en seco de alta fricción —apto para integrados y clientes de alto volumen— existen varias ventajas. Por ejemplo, el hecho de requerir menos espacio en la planta, de aproximadamente un 60%, ya que un equipo de estos reemplaza a dos de los anteriores.
Arnold habló de los aspectos económicos de estos nuevos modelos, cuya inversión de capital varía en función del modelo, la capacidad y el tiempo que se tengan los extrusores en funcionamiento. Sin embargo, el análisis detallado de costo por tonelada de soya procesada da un precio más barato que el mismo de la harina de soya. Es la misma soya, pero con un mayor grado de utilización.
Esta interrogante de por qué es más barata se resuelve porque la soya procesada con este extrusor pierde el material extraño y la humedad, pero se gana en valor añadido de la mejor digestibilidad y por los posibles ingresos por el aceite extraído.
La mayor digestibilidad, debida al excelente trabajo que se hace en romper las paredes celulares, hace además que se modifique la formulación del alimento, ya que se van a necesitar menos de otros ingredientes, como parte de la lisina y el aceite añadidos. Por otro lado, como tiene menos humedad, hay una mayor materia seca y nutrientes, de tal forma que hay un mayor valor alimenticio.
Otro aspecto importante es la reducción de aproximadamente un 83% de la actividad del inhibidor de tripsina, lo que, junto con lo demás, se logra un muy buen desempeño animal.