¿Por qué es difícil el trabajo en equipo entre las granjas y la planta?

Por razones de bioseguridad las granjas y la planta de proceso están separadas geográficamente. Esta condición garantiza el aislamiento sanitario y lastimosamente también el aislamiento empresarial.

Tratando de encontrar algunas ideas tendientes ayudar para solucionar esta problemática acentuada en distintos grados en las organizaciones avícolas, me he estado preguntando sobre sus causas, y aportar propuestas a esta costosa situación que afecta diariamente los resultados económicos del negocio del pollo de engorde. Como base de discusión comentemos algunos hechos observados en varias integraciones.

Por razones de bioseguridad las granjas y la planta de proceso han estado tradicionalmente separadas geográficamente. Esta condición sanitaria dificulta en muchos casos el desplazamiento -en algunas empresas esta circunstancia de ubicación no es obstáculo-, de los responsables del área de producción avícola hasta la planta.

Granjas

Al frente de las granjas se encuentran profesionales de la medicina veterinaria y áreas afines por lo especializado del tema, dedicados de manera exclusiva a la producción de la mayor cantidad de kilos de carne por metro cuadrado. La atención y monitoreo de tantas variables simultáneamente como el estado de las instalaciones, calidad de agua, calidad de alimento, calidad del pollito bebé, condiciones de bioseguridad, etc, en un período de vida de las aves muy corto -aproximadamente 45 días-, representa una verdadera carrera contra-reloj para mantenerlos bajo control y de esta forma lograr los resultados  de conversión, mortalidad, factor de eficiencia, etc. esperados por la empresa.

Por lo anterior, es usual verlos interactuando cotidianamente con los responsables de la producción y distribución del alimento concentrado; así como también los del laboratorio, ya que una demora en la toma de una acción correctiva, se traducirá en pérdida de valiosos gramos no solo de carne, sino desperdicio de alimento consumido.

Los comités técnicos semanales son otra circunstancia especial que los mantienen cohesionados alrededor de un elemento común: los resultados de campo. En tal sentido da la impresión que su mundo profesional fuera  exclusivamente el cuidado de las granjas y todo lo que se encuentra dentro de ella.

La producción de pollo de engorde siempre ha requerido que el personal asignado para atender las aves viva dentro de sus instalaciones: administrador y galponeros. Por tal motivo,  se forman unidades sociales y laborales monolíticas en cada granja, que por tener el mismo objetivo de las restantes  granjas, se transforman en una unidad independiente de negocio, totalmente aislada de las otras secciones de la empresa.

A pesar de que los hechos afortunadamente han cambiado desde hace ya varios años, los grandes eventos avícolas, locales, nacionales e internacionales, dedicaban la mayor parte del tiempo a analizar todos los factores que afectan los resultados de los lotes desde la reproducción, incubación, alimento balanceado y lo que acontece en las granjas.

Esta circunstancia, reafirmaba el pensamiento las 24 horas de que la mayor producción de carne por metro cuadrado dentro de las granjas era su única meta, construyendo hipotéticamente un muro de tamaño colosal al de la gran Muralla China, que garantiza el aislamiento sanitario y lastimosamente el aislamiento empresarial, porque salvo casos especiales la mayor venta del pollo de engorde se hace procesando y no vivo.

Por último, me pregunto si el manejo de seres vivos es una condición sine qua non, para pensar que los esfuerzos diarios de este grupo humano en las granjas solo centre la atención en lo que sucede dentro de sus linderos.

Planta de procesamiento

La contraparte de esta situación es la planta de procesamiento que también tiene características peculiares.

En muchas empresas el proceso de inducción de este multidisciplinario grupo de colaboradores -parte administrativa-, que ocupa ingenieros, contadores, economistas, odontólogos y hasta abogados como casos atípicos, pero por su liderazgo natural hacen una exitosa gestión gerencial, se limita exclusivamente a mostrarle las instalaciones de la planta, explicarle como se lleva a cabo el beneficio de las aves, en qué consistirá su trabajo, la dependencia jerárquica, etc, olvidando inexplicablemente conocer dónde y cómo se produce la materia prima: el pollo vivo.

Esta política ratifica el concepto de repúblicas independientes de estas dos grandes áreas: granjas y planta, que por su naturaleza deben estar estrechamente relacionadas.

El ambiente de desconfianza profesional que genera la presencia del personal de producción avícola en las plantas, al considerarlos por la administradores de las mismas, no como miembros de un equipo con funciones distintas trabajando para el mismo fin: sacar la mayor cantidad de kilos Grado A para un mercado cada día más exigente y conocedor  del tema por las compañías de divulgación que periódicamente hace el gobierno y las mismas empresas para incrementar su consumo.

En muchas organizaciones a estos colaboradores de las granjas los observan como intrusos desconocedores de esta parte final del proceso productivo avícola, debido al mutuo desconocimiento de su papel en las plantas, llegándose a extremos críticos de solo darle la información de cantidades y pesos de las aves recibidas, así como también hora de llegada de los camiones que las transportan. Cualquier información adicional relacionada con su pollo enviado está sujeta a la aprobación del gerente de planta.

Problema de actitud

Otro aspecto coyuntural es el grave problema de actitud que manifiesta gran parte del personal que labora en ambas áreas, definido como la diferencia entre: “Tener que aprender y me entusiasma aprender”. En este punto es bueno recordar que los principales bloqueos del aprendizaje son de origen psicológicos. La primera batalla por aprender se libra en la cabeza de cada colaborador y tiene gran relación con los aspectos culturales. La decisión de cambiar la actitud no es resultado de una motivación externa, sino interna de cada individuo.

La ubicación de ambos escenarios: granjas – planta y lo absorbente de las respectivas actividades, dificulta interrumpir su labor habitual para visitar la otra área. En el caso de la planta, las granjas, argumentándose que es bastante riesgosa para la operación diaria no estar presente durante el proceso. Sin embargo, situaciones de fuerza mayor o casos fortuitos que involucran al personal administrativo, las cuales demandan  la inmediata atención son autorizados sin dudarlo un segundo, dejando de lado sus posibles repercusiones sobre el monitoreo de los aspectos de la sección a su cargo que pueden afectar la calidad del producto y sus resultados del beneficio.

Propuestas

Propuestas para fomentar la integración entre estos dos grupos productivos finales del negocio del pollo de engorde.

Considero oportuno recordar el concepto de trabajo en equipo como una unión de esfuerzos dirigidos hacía un fin común. Los equipos de trabajo son como las buenas familias: se apoyan entre sí.

Ubicados en el campo del pollo de engorde sugiero que la empresa defina los siguientes aspectos como política organizacional.

Conclusión

Estoy seguro que actualmente en las empresas hay vigentes más propuestas tendientes a fomentar y mantener el trabajo en equipo. Cada una establecerá las estrategias corporativas que se adaptan a sus expectativas comerciales, recordando que la meta integral del negocio del pollo de engorde es sacar al mercado la mayor cantidad de kilos Grado A, de la mayor cantidad de kilos por metro cuadrado producido en las granjas, como resultado del mayor porcentaje de nacimientos y por último del mayor porcentaje de huevos incubables procedentes de las granjas de reproductoras.

Espero las ideas antes expuestas puedan ayudar en algo a solucionar los graves efectos económicos que produce el no poderse trabajar como unidades integradas de negocio.

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