Norma ambiental, ¿barrera ‘interna’ para la avicultura?

Norma ambiental, ¿barrera ‘interna’ para la avicultura?

(Daniel Quevedo | Freeimages.com)

Proyecto avícola en Chile acaba de ser rechazado por razones medioambientales. Antes de eso, se vivió un polémico enfrentamiento mediático con vecinos y organizaciones animalistas de por medio.

Al empezar octubre del año pasado, la firma Agricovial, una de las mayores productoras de huevos de mesa en Chile, anunciaba que en junio de 2019 empezaría la construcción de un gran complejo avícola en la región de Maule, el cual tendría capacidad para producir 1.5 millones de huevos diarios.

En ese entonces, se informaba que el proyecto había sido declarado admisible por el Servicio de Evaluación del Impacto Ambiental de Chile (SEIA), entidad que aprobó la Declaración de Impacto Ambiental presentada por la compañía avícola. Cuando todo parecía estar en orden, las protestas de vecinos al proyecto se hicieron más intensas y empezaron a contar con un diligente aliado.

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Las primeras tensiones se dieron por posibles daños a la calidad del aire, la infestación hipotética de moscas y la disponibilidad del recurso hídrico. A estas causas ambientales se sumó una organización animalista foránea a la zona que contactó a dos figuras reconocidas de la farándula austral: una actriz y una modelo.

Las mediáticas mujeres empezaron a soltar la cantinela conocida del hacinamiento y del supuesto maltrato. Sin que me conste que esa haya sido la causa (pero valga la pena dejar la acotación), la autoridad ambiental reforzó consultas y en un proceso especial —que se extendió hasta hace unos días— decidió rechazar el proyecto.

Uno de los funcionarios encargados de llevar el caso fue acusado de conflicto de interés con la agroempresa interesada. Las protestas siguieron (en los informes de prensa se ven puñados de personas, casi tantos como carabineros destacados para la seguridad de esas manifestaciones) y este mismo mes la referida organización animalista volvió a hacerse sentir poco antes del fallo.

Ahora provocaba titulares denunciando la muerte de pollitos macho, lo que es una práctica estandarizada en la industria aunque desconocida y no contextualizada entre el público. Al final, después de aquel primer concepto técnico positivo, otro que lo contradijo terminó impidiendo una inversión de US$33 millones y empleos para 200 familias.

¿Cuándo se perdió esta “batalla”? ¿Fue un dictamen técnico o político? ¿Algo que aprender en comunicación y relaciones con la comunidad? ¿Otro frente abren animalistas contra la industria avícola de la región aliándose con comunidades para frenar proyectos y no solo explotaciones en firme?

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