Novelón del pollo, ¿AMLO estrenó un eficiente control de precios?

El peculiar y mediático gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) parece haber encontrado la forma de evitar alzas de productos de primera necesidad, en especial con cadenas productivas en las que no cree encontrar mayor audiencia política, como la avícola.

En estos días me ha llamado la atención el cruce indirecto de mensajes entre el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y el titular de la gremial Unión Nacional de Avicultores (UNA), Juan Manuel Gutiérrez. Con el fin de frenar una nueva apertura de importaciones para carne de pollo insinuada desde el gobierno federal, los avicultores reiteraron su inconveniencia porque consideran pueden abastecer el mercado interno.

Circulaba el rumor de más importaciones para cubrir un presunto desabasto originado por la peste porcina africana (PPA) en China, conexión bastante curiosa pues México no es un gran proveedor cárnico del mercado chino o un gran exportador en general de proteína animal. Para contrarrestar esa iniciativa, se acordó que la Secretaría de Industria y Comercio preparara un informe para medir el nivel de abasto de pollo en México y ver a partir de allí si se autorizan más importaciones o no.

La conclusión fue la misma, ampliamente conocida y repetida el año pasado con motivo del permiso a más embarques de pollo extranjero hasta suelo mexicano: de los más de cuatro millones de toneladas que consumen los mexicanos, el 86% es proveído por avicultores nacionales y el restante 14% se lo distribuyen estadounidenses, brasileños y chilenos (10%, 2% y 2%, respectivamente). Hay normalidad en la producción y en las importaciones.

Durante varios días, este intercambio fue seguido en vivo por los mexicanos gracias a las maratónicas y matutinas conferencias de prensa diarias de AMLO. Ante la evidencia, el mandatario dijo que no decretaría más importaciones, pero eso sí, ya que no hay desabasto, los precios detallistas del pollo no tendrían por qué subir, desarmando así ante la opinión pública cualquier posible alza estacional del producto.

Falta ver si, quizás por primera vez en la historia, una iniciativa de control de precios tiene el éxito deseado o fracasa ante el ejercicio libre de los actores del mercado, como suele suceder. No se hará esperar el próximo capítulo en este novelón.

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