Cómo controlar el Alphitobius diaperinus en producción avícola

Este escarabajo del estiércol o bicho negro es una de las plagas más comunes y difíciles de controlar en la avicultura. Conozca sus efectos en las aves y cómo controlarlo.

El escarabajo Alphitobius diaperinus, conocido como escarabajo del estiércol, escarabajo de la cama o bicho negro, es una de las plagas más comunes en la producción avícola. Los problemas que acarrea van desde la transmisión de virus y enfermedades a las aves, hasta la afectación de las instalaciones avícolas.

Sin embargo, es difícil de erradicarlo debido a su habilidad para esconderse y su facilidad de reproducción. Por eso, el médico veterinario Gonzalo Almaraz, asesor técnico comercial en Vetanco S.A., recomienda enfocarse en controlar esta plaga con el uso de insecticidas y distintas estrategias que explicaremos a continuación.

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Estas recomendaciones fueron detalladas en la conferencia “Puntos críticos en el control de Alphitobius”, que formó parte del Ciclo de Conferencias Avícolas: sanidad y producción del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina.

¿Qué es el Alphitobius diaperinus?

El escarabajo Alphitobius diaperinus es un insecto del orden Coleoptera (posee alas) originario del oeste del continente africano. Se encuentra en Latinoamérica —y otras partes del mundo— sobre todo en las zonas de climas más calientes, mucho menos en las zonas altas, donde se dificulta su multiplicación.

Según Almaraz, puede encontrarse en cualquier producción avícola —pollos, reproductoras o recrías— en países como Argentina, Uruguay y Brasil.

En los galpones, el Alphitobius diaperinus se puede alimentar de la ración de alimentos de las aves o de los hongos que allí se general, de las aves muertas y más. Le gusta el calor y la humedad, por lo que encuentra en las camas, comederos y bebederos el ambiente ideal para alimentarse y reproducirse.

Su ciclo biológico va desde el huevo, la larva (varias estadías larvales, de tres a ocho, dependiendo la región), la pupa y el insecto adulto. El Alphitobius diaperinus se alimenta mientras es una larva o un adulto, pero en huevo y pupa no se alimentan del exterior, explicó Almaraz. Por esto, el insecticida que se utilice para controlar la plaga debe no solo actuar sobre el insecto, sino sobre las larvas.

El ciclo biológico del Alphitobius diaperinus puede variar dependiendo de la temperatura, por lo que va desde 29 días a 35º C (la temperatura óptima para su rápida reproducción), hasta 164 días a 20º C (ver tabla). Temperaturas más frías, como 17º C, no permiten su propagación. Sin embargo, en los 25º C, que suele ser la temperatura en los galpones, el escarabajo tiene un ciclo biológico de 60 días.

Tabla: Ciclo de vida del Alphitobius diaperinus según la temperatura en la que se encuentre. (Captura de pantalla de la presentación de Gonzalo Almaraz, asesor técnico comercial en Vetanco S.A.)

“Cualquier insecticida que usemos tiene que tener por lo menos un periodo residual de ocho días para permitirnos que esos huevos pasen a larva o que esas pupas pasen a adultos”, que son los momentos en que los productos tienen efecto sobre el escarabajo, explicó Almaraz.

En la temperatura adecuada, el Alphitobius diaperinus se reproduce rápidamente. El veterinario explicó que, por ejemplo, si existieran 100 huevos viables en un galpón y la mitad de estos resultaran hembras, cada hembra podría poner alrededor de 1,500 huevos en su vida, con una vida de poco más de un año, por lo que serían entre tres y cuatro huevos por día. “Al cabo de 30 días, vamos a dar lugar a 5,250 huevos”, indicó, y en 120 días, “tenemos más de 14 millones de Alphitobius. Ahí vemos el nivel exponencial de reproducción”.

Además, son animales fotofóbicos, es decir, que no les gusta la luz, así que intentarán escapar y esconderse cuando se busquen.

Dificultades para controlar el ‘bicho negro’

El experto de Vetanco S.A. detalló que las principales dificultades para controlar la plaga de Alphitobius diaperinus son:

  1. Su alta capacidad de reproducción.
  2. Su habilidad para esconderse: las pupas pueden penetrar hasta 1.5 metros dentro de la cama o de la tierra y el escarabajo es hábil en encontrar zonas de difícil acceso en el galpón para ocultarse.
  3. Su capacidad de migración: pueden volar hasta dos kilómetros, por lo que pueden encontrarse en las inmediaciones del galpón, sobre todo en las compostas.
  4. La dificultad de los insecticidas en actuar sobre las larvas y las pupas.
  5. La reutilización de las camas: como el Alphitobius diaperinus se reproduce fácilmente y su pupa puede penetrar hasta 1.5 metros dentro de la tierra, suelen encontrarse en las camas y mantenerse ahí. “Por eso es importante no acumular excesivamente cama dentro de los galpones”.
  6. Destino de la cama vieja: si la cama vieja se descarta cerca del galpón, como el escarabajo puede volar hasta 2 kilómetros, volverán a entrar.

Por qué se debe controlar el Alphitobius diaperinus

  1. Por una cuestión de bioseguridad

El Alphitobius diaperinus es un vector de patógenos que van desde bacterias como Salmonella o Escherichia coli, hasta virus (Gumboro, Newcastle, etc.), protozoarios y fungos. “Lo que queremos controlar, ellos lo transmiten y lo llevan de un lado a otro”, dijo Almaraz.

  1. Puede servir como alimento alternativo no nutritivo

Como los pollitos tienen el instinto de comer todo lo que se mueva, es posible que también intenten comerse las larvas y los escarabajos Alphitobius diaperinus. Almaraz explicó que, en un estudio realizado en 2014 en Brasil, se colocaron dos grupos de pollos: a unos se los alimentó con alimento balanceado (grupo control) y a los otros (grupo 1), se les dio alimento con 35 cascarudos por ave por día. En 15 días, el grupo 1 estuvo 15 gramos por debajo en el peso respecto al grupo control.

“Vemos que es un excelente sustituto de alimento, pero no de nutrientes. Lo van a comer, pero no van a ganar peso”, lo cual afectará también la conversión, dijo el experto.

  1. Dañan las instalaciones avícolas

En las granjas donde no se hace control de Alphitobius diaperinus, las larvas pueden terminar escondiéndose en el poliuretano de las instalaciones o incluso en los postes de madera, indicó Almaraz. “Tarde o temprano lo van a desprender (al poliuretano)”, afirmó. Inclusive se podrían ver los huevos en los palos de madera.

Esto afectaría la inversión en las instalaciones de ambientes controlados que utilicen este material, lo cual redundaría en aves con estrés por calor.

  1. Es estresante para las aves

“En pleno verano, donde la cama está húmeda por el riego, las aves van a ir a echarse a los lugares donde se mantiene seco. Una vez se van a echar, los Alphitobius van a moverse… Simplemente con que se muevan debajo de ellas cuando quieren descansar, hace que no puedan descansar y, obviamente, si no descansan bien, las aves no convierten bien porque están estresadas”, explicó Almaraz.

Guía para controlar el Alphitobius diaperinus

El veterinario explicó que, cuando los programas de control de esta plaga fallan, se debe a la falta de estrategias o de conocimiento, al uso de productos no adecuados, a la aplicación errónea del producto o a la falta de un control continuo y correcto.

Por esto, citó las recomendaciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), incluidas en la Guía de Buenas Prácticas – Control de Plagas en Establecimientos Avícolas de 2018. Entre estas, destacó:

  1. Evitar el aumento de la humedad en la cama de las aves, ya que eleva las temperaturas y favorece la multiplicación del insecto.
  2. Evitar la pérdida de alimentos.
  3. Evitar depositar la cama usada cerca de los galpones.
  4. Hacer controles químicos, no solo en los galpones, sino en la composta o en los lugares donde el Alphitobius diaperinus pueda migrar.
  5. Llevar una planilla de registro del uso de productos y aplicaciones, también conocido como el libro de actas del establecimiento.
  6. Control del uso de amoniaco, pues también favorece la multiplicación del Alphitobius.

Productos para el control del Alphitobius diaperinus

Almaraz dijo que existen insecticidas que pueden actuar sobre el sistema nervioso del insecto y matarlo. Entre estos, destacó la cipermetrina y el imidacloprid. “Puede ser cipermetrina sola o una combinación con imidacloprid”, pues este último tiene un mayor efecto sobre las larvas. En Vetanco ofrecen dos productos: el Vetancid (cipermetrina al 5%) y Vetancid Potenciado (cipermetrina al 5% con imidacloprid al 3%).

El experto recomendó mantener un control continuo de la plaga, por lo que debe hacerse en todos los ciclos de producción. “Lo ideal es (que la aplicación sea) previo al ingreso con el galpón preparado porque los insecticidas actúan por contacto”, afirmó.

Además, se debe aplicar considerando que el Alphitobius diaperinus se esconde en comederos, bebederos y otros, por lo que deben levantarse mínimo 30 centímetros en lugares secos y con la cama lista para el nuevo ingreso.

Asimismo, Almazar indicó que se puede utilizar cal para secar el galpón, si fuera necesario. Esta debe aplicarse “por lo menos tres días antes de aplicar cipermetrinas”, ya que la cal puede interferir con su efecto.

Por último, “en el caso de aplicar un polvo, cerrar las cortinas, aplicarlo en todo el galpón y dejarlo entre ocho y 12 horas, por lo menos ocho horas cerrado el galpón”.

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