Korin y el rol de los gallos en la producción de huevos

Esta firma avícola brasileña lleva más de 25 años incluyendo algunos machos dentro de sus parvadas de ponedoras en piso, con buenos resultados productivos.

En la tarea de encontrar más opciones para el aprovechamiento productivo en granjas comerciales de los machos pertenecientes a líneas livianas, la brasileña Korin Agropecuária Ltda. ofrece de tiempo atrás una alternativa interesante a los habituales descartes, al ocasional uso como centinelas sanitarios posinfestación o la simple cría no productiva y subsidiada con huevos más costosos.

Siguiendo lo observado durante generaciones y en la actualidad con algunos sistemas alternativos de producción de huevo de mesa, como los camperos y orgánicos, en esta compañía avícola están convencidos de la conveniencia de mezclar algunos gallos en las parvadas de ponedoras libres de jaula, con lo que afirman “se contribuye al bienestar general de los animales y se presenta una mejoría en la producción”.

Industria Avícola conversó con el doctor en ecología aplicada Luiz Carlos Demattê Filho, director técnico de Korin, en el estado de San Pablo, quien comentó que “del impacto positivo de los gallos en las parvadas de ponedoras sabemos, con estudios, desde la década de 1990, pero hoy solo se aplica en algunos sistemas alternativos y nosotros somos los únicos que lo hacemos en Brasil para la producción de huevos con gallinas en piso de galpón”.

Korin es en realidad mucho más que una firma avícola dedicada a la producción de huevos de mesa. Bajo el paraguas general de Korin Agricultura y Medio Ambiente, sus operaciones abarcan producción, investigación y desarrollo en otros frentes pecuarios que incluyen pollo de engorde, ganadería vacuna y piscicultura (tilapia); ahí Demattê Filho oficia como CEO.

El Dr. Luiz Carlos Demattê Filho, director técnico de Korin Agropecuária Ltda., asegura que hay un impacto positivo en la inclusión de gallos en las parvadas de ponedoras. (Cortesía de Karin Agropecuária Ltda.)

“No somos una empresa avícola muy grande. En avicultura tenemos un millón de gallinas ponedoras y un sistema de producción de pollo y derivados de su carne. El año pasado exportamos pollo orgánico a Hong Kong y en 2007 a Japón, aunque nuestra prioridad es atender el mercado interno brasileño”, destacó el investigador y empresario.

En lo que respecta a la producción de huevos de mesa, Korin Agropecuária Ltda. ostenta un certificado internacional de bienestar animal proferido bajo la norma estadounidense Humane Farm Animal Care (HFAC) para su producción con gallinas orgánicas (12% del total de la parvada), camperas (45%) y en piso de galpón (33%).

Junto con sus integrados

Los huevos de la marca Korin, producidos en cualquiera de las tres modalidades que manejan, se obtienen con la participación de 12 productores integrados ubicados al norte del estado de San Pablo. Los cerca de 800,000 huevos diarios producidos se comercializan en San Pablo (60%), Río de Janeiro (20%) y el resto en otros destinos (Brasilia, algunas poblaciones del sur y noreste).

“Luego de investigaciones propias y procesos aplicados, concluimos que se necesita una densidad de un gallo por cada 100 o 130 gallinas, para contribuir al mejor estar de todas las aves, sin afectar negativamente la producción y superando incluso lo esperado en las guías de manejo de cada linaje”, dijo Demattê Filho.

El experto agregó que la interacción entre machos y hembras se da desde el primer día de su llegada a las granjas para el levante. “No agregamos los gallos cuando las ponedoras empiezan su producción, alrededor de la semana 18; por el contrario, son parte de la misma parvada y hemos observado que su presencia permanente estimula comportamientos reproductivos que hacen que la producción de huevos se adelante a la semana 15”, explicó. No se presentan problemas en plumaje asociados a las montas en granjas de producción de huevos fértiles entre las gallinas dado que la densidad de machos es casi 10 veces menor.

La experiencia de Korin en el uso de machos en parvadas de ponedoras ha sido objeto de análisis científico y tema en diversos encuentros académicos brasileños del ramo en la última década. Son dicientes las conclusiones de un estudio con dos lotes de gallinas Isa Brown (Hendrix Genetics), cada uno con 4,500 ponedoras, en sendos galpones cercanos espacialmente. Una de estas parvadas se levantó sin machos. Siendo iguales todas las variables ambientales, de nutrición, hidratación, cuidados y densidad (ligeramente mayor en el lote con gallos, por obvias razones), se encontraron resultados positivos para la parvada con machos en materia de producción de huevo, mortalidad y convivencia entre los animales. Se les hizo seguimiento para el estudio de la semana 15 a la 31 de vida.

Menos del 5% de los huevos de estas parvadas de ponedoras con gallos son fertilizados, pero no llegan a ser considerados fértiles por no desarrollar embriones, por lo que no hay riesgo para el consumidor final. (Cortesía de Korin Agropecuária Ltda.)

Estímulos de buen comportamiento

En ambos lotes se encontró precocidad en la postura, alrededor de la semana 15, la primera de estudio. Esto se habría presentado por la influencia directa e indirecta de los machos, pues brindaron diversos tipos de estímulos sensoriales a las hembras (no solo táctiles, también auditivos y visuales), estando o no en cada galpón, dada la cercanía de estos.

La guía de manejo de las Isa Brown define que la producción de huevos arranca en la semana 18 con un 2% de las aves. Con los gallos, en el mismo periodo la incidencia de postura era del 18.87%; en tanto que, en el cobertizo sin machos presenciales, pero emitiendo estímulos visuales y auditivos, se encontró un nivel de postura del 10.94%.

En lo que tiene que ver con la mortalidad de aves, al final del periodo experimental se observó que era la mitad en el galpón con gallos respecto del otro (0.25% contra 0.51%). De cualquier manera, en ambos espacios la mortalidad fue mucho menor a la que reconoce la casa genética en sus guías, que es del 1.11%.

Se supone que la presencia de gallos hace que las ponedoras en piso realicen un repertorio más completo y variado de comportamientos naturales, lo que las distrae de conductas agresivas que lleven a desplumes o canibalismo (que no se presentó durante la investigación). Las aves en Korin son sometidas a despunte en los primeros 10 días y no a despiques; en las semanas del estudio todas contaban con su pico en tamaño normal.

“En el presente estudio, identificamos que el sistema de producción de huevos, al criar a las aves en el piso, permitía mostrar una amplia gama de comportamientos indicativos de bienestar. Se registró la frecuencia de los siguientes comportamientos: baño de polvo, aleteo, estiramiento de piernas y alas, interacción social, sacudidas y aleteo de plumas, y plumas de acicalamiento”, dice en uno de sus apartes el resumen publicado por la Sociedad Brasileña de Zootecnia en 2017.

Aparte de lo anterior, ampliamente conocido, el informe añadió que se observaron otros comportamientos en las ponedoras. “Las gallinas mostraron una fuerte tendencia a interactuar con los gallos limpiando sus plumas y dándoles muchos picoteos rápidos y delicados, generalmente en el lado de la cara. Estas formas de interacción fueron menos frecuentes en los graneros sin gallos. Sin los machos, las formas predominantes de interacción eran los baños de polvo colectivos y el acto de arañar el suelo en busca de insectos y objetos en la basura”.

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