Suplementos de aminoácidos para mitigar pechugas de madera

Los pollos de engorde con esta miopatía son generalmente no comercializables para los consumidores, pero las investigaciones para subsanar estos problemas continúan con diversos resultados.

La suplementación con aminoácidos podría ayudar a reducir la incidencia y la gravedad de las pechugas de madera en los pollos de engorde sin tener un efecto negativo en la conversión o el rendimiento de los alimentos, según un nuevo proyecto de investigación financiado por la U.S. Poultry and Egg Association (USPOULTRY).

“La pechuga de madera es una miopatía muscular que afecta el músculo pectoral mayor. Estos filetes son de color pálido y textura dura. Esta textura puede dar lugar a quejas de los consumidores porque no es muy apetecible”, explicó William Dozier, profesor y jefe del Departamento de Ciencias Avícolas de la Universidad de Auburn.

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Los expertos estiman que los costos de la miopatía de pechuga de madera en la industria de pollos de engorde en Estados Unidos superan los US$200 millones cada año.

El proyecto se basa en investigaciones previas de la Universidad de Auburn en las que redujeron un aminoácido, la lisina, al 85% o 75% de los requerimientos durante el período de crecimiento. Ese estudio reveló una reducción en la severidad de las pechugas de madera sin impacto en el aumento de peso corporal, la conversión alimenticia, el consumo de alimento o la mortalidad en comparación con el control positivo.

Investigación actual

“Con esta investigación, evaluamos los efectos aditivos de la reducción de la densidad de aminoácidos con fitasa, vitamina C y potasio para reducir la incidencia y la gravedad de las pechugas de madera”, dijo Dozier.

En la sangre, la fitasa puede actuar como antioxidante y posiblemente reducir las pechugas de madera. Además, una investigación reciente de la Universidad Estatal de Carolina del Norte mostró que la glutamina y la arginina suplementarias, otros dos aminoácidos, podrían ser prometedoras en el tratamiento de la miopatía.

El equipo de investigación realizó dos experimentos. El primero evaluó el rendimiento del crecimiento, las respuestas de rendimiento de carne y la calidad de la carne de pechuga en pollos de engorde machos entre uno y 53 días de edad alimentados con dietas con niveles variables de suplementos de lisina y fitasa. El segundo experimento evaluó las mismas métricas de rendimiento en pollos de engorde que tenían entre uno y 55 días de edad alimentados con diferentes niveles de lisina, vitamina C y potasio en la dieta.

“Les advierto a los integradores que, si bien la reducción de lisina puede reducir la gravedad de las pechugas de madera, deben vigilar la conversión y el rendimiento del alimento balanceado”, indicó Dozier.

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