Adiós ‘Industria Avícola’: 63 años sirviendo a Latinoamérica

Adiós ‘Industria Avícola’: 63 años sirviendo a Latinoamérica

(cAnubhab Roy | Shutterstock.com, Tess Stukenberg)

Con esta edición nos despedimos de la industria avícola latinoamericana, esperando haberlos servido con la mejor información.

Mi labor con WATT Global Media y la revista Industria Avícola no viene de hace 10 años que llevo como editor. Inicié como traductor en la década de los 90, cuando Chris Wright era el editor. Durante muchos años, mes a mes, puse mi granito de arena. Después, cuando Chris cambió de aires, se abrió la ventana de oportunidad e inicié esta labor actual.

Trabajar para la revista Industria Avícola ha sido, además de un honor, un placer y un trabajo gratificante. Una labor llena de alegrías y gratitudes, de trabajo en equipo que me ha llevado a conocer muchas personas en la industria y en el gremio, a viajar y visitar plantas y granjas. Lo que más me ha gustado ha sido conocer mundo con los innumerables eventos a los que fui, relacionarme con la industria y escribir. Esto, a final de cuentas, lleva al privilegio de poder estar al tanto y entender esta industria a la que le hemos dedicado muchos esfuerzos.

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Pero no soy el único que piensa así. Por ejemplo, Cindy Burgos, nuestra subeditora, dice: “Lo que más me ha gustado de trabajar en Industria Avícola es la conexión con el equipo a pesar de la distancia y el aprendizaje diario sobre la industria agroalimentaria, la cual no conocía a profundidad antes de trabajar en este medio. Además, ha sido estupendo compartir con tanta gente de tantos lugares y de tan distintos trasfondos en los eventos de la industria”.

Chris Wright, mi predecesor, dice que lo que más le gustó fue “visitar granjas y plantas avícolas. Nunca dejó de fascinarme ver la producción de pollo o de huevo de principio a fin: reproductoras, incubación, granjas de producción, molinos de alimentos balanceados y plantas de procesamiento”.

Mientras, nuestro colaborador en Colombia, Alexander Barajas, comenta que para él lo más importante ha sido “la oportunidad de conocer desde adentro un enorme sector agroindustrial, su importancia, sus ventajas y amenazas, las metas y límites tecnológicos por superar. Una actividad tan encomiable como fascinante”.

Algunas anécdotas

Chris, un apasionado del fútbol desde su infancia en México, cuenta que durante una visita a Honduras, dos de los trabajadores de una planta de incubación lo invitaron a cenar. “Fuimos a un restaurante y me gustó mucho poder conocerlos mejor, gente muy humilde y dedicada a su trabajo. Pero además me tocó conocer a ‘la Barbie’”, un famoso jugador originalmente argentino, del fútbol hondureño.

Por mi parte, contaría la anécdota sobre las batallas para poder recuperar las cajas de revistas que distribuíamos en los stands de los congresos que llegaban a las aduanas de los aeropuertos, como el de Buenos Aires o La Habana. O que, cuando llamaba por teléfono y decía que era de Industria Avícola, invariablemente me preguntaban si era industria agrícola o industria apícola.

Una de las que más gracia me ha causado es el asombro de un asesor contable que le parecía de lo más curioso que alguien “viviera de los pollos y de las gallinas” y que hasta se lo contaba a otros clientes suyos como algo llamativo. Nunca entendí cual podía ser la diferencia con alguien que trabajara con plásticos o servicios financieros. Todos comemos, ¿no?

Educar, toda una labor

Informar bien es educar y esa ha sido nuestra labor. Pero también ha sido hacia dentro. Como bien dice Cindy Burgos: “Industria Avícola ha cambiado mi percepción sobre la industria agroalimentaria porque me ha hecho profundizar en los retos que representa la alimentación mundial, la sustentabilidad y el futuro de la dieta humana”.

Alexander Barajas expresa que, aunque nunca antes tuvo una visión o perspectiva negativa sobre la gestión de la avicultura, “buena parte de la ‘leyenda negra’ o los mitos que circulan contra la industria avícola los vine a conocer en estos años y al mismo tiempo tuve la oportunidad de saber la verdad y los intereses que hay detrás de esa desinformación”.

En Industria Avícola, además, siempre hemos apoyado a los avicultores, pues “quienes producen pollo y huevo son empresarios que cumplen con una importante función social: entregar alimentos de calidad, nutritivos e inocuos”.

En todos estos años he recibido innumerables comentarios positivos, y algunos negativos también. Pero además pasamos de publicar noticias en la revista a la celeridad de las noticias en la página web. Pasamos de imprimir la revista en papel y enviarla por correo a publicarla en formato electrónico en diversas plataformas.

(Arte: Tess Stukenberg)

Proyectos especiales

La revista y la marca Industria Avícola también han implicado proyectos especiales. Dos de ellos, particularmente importantes, fueron el desarrollo anual de la base de datos de las Empresas Líderes, así como el Salón de la Fama de la Avicultura Latinoamericana.

Desarrollar la base de datos es todo un reto, sobre todo para poder ser capaces de brindar información fidedigna y certera. Gracias a nuestra ardua labor anual, fuimos estableciendo una amplia red de información con las empresas, asociaciones y otras fuentes, que ha rendido sus frutos. Como anécdota comento que alguien me dijo que “hasta los bancos usaban las cifras de WATT para sus predicciones” y que “ciertos organismos confiaban más en lo que nosotros publicábamos, que no lo que se notificaba incluso dentro de los mismos gobiernos”.

Con el Salón de la Fama, tuve la fortuna de entregar premios a 14 grandes personalidades de la avicultura de Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador, México y Uruguay. Surgido en 1987, es un premio que pertenece a la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA) que nosotros administramos desde entonces.

El resultado de muchos años

Trabajar y disfrutar haciéndolo es un goce. Esto ha sido para mi Industria Avícola. Pero también está la parte humana. “Creo que lo más importante de los casi 20 años que pasé en la revista fueron las amistades que formé con avicultores. Muchas duran hasta hoy en día. Son recuerdos inolvidables de personas que me invitaron a sus hogares a conocer a sus familias y conocerlos mejor como personas y no solo como productores”, comenta Chris.

El gran resultado de años de labor profesional en este importante medio especializado ha sido “que me he ganado el respeto de alguna parte de la agroindustria, tanto que me invitaron a dictar charlas sobre el tema avícola y sus tendencias en Colombia y Ecuador dirigidas a avicultores, sin ser experto en nada distinto a investigar para informar”, señala Alexander. Esto “es algo que llevaré por siempre en mi corazón, junto con mi admiración eterna por esta agroindustria y por WATT Global Media”.

Por su parte, Cindy comenta que “gracias a Industria Avícola, aprendí de Latinoamérica, descubrí nuevos destinos y sé que hay un futuro digital en la avicultura que jamás habríamos imaginado”.

¡Nos vemos!

Finalmente, quiero agradecer a WATT Global Media por esta oportunidad y extender mi reconocimiento a estos colegas Cindy Burgos y Alexander Barajas que siempre estuvieron “al pie del cañón”, a Tess Stukenberg, nuestra diseñadora gráfica, así como a Connie Miller, Tim Wall y Austin Alonzo, y a muchos otros que formaron parte del equipo como Kayla Kling y María de los Ángeles Gutiérrez.

Sin ellos, yo no hubiera sido el editor de Industria Avícola. Muchas gracias y suerte. Y seguro que nos seguiremos viendo por ahí.

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