AMLO vuelve a cargar contra la avicultura comercial

En una de sus particulares alocuciones más recientes, pidió a los mexicanos que vuelvan al consumo de animales criados artesanalmente en patios y potreros.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio a conocer su decálogo de consejos para que sus compatriotas afronten lo que de unas semanas hacia atrás varios teóricos del autodenominado progresismo han dado por llamar “la nueva normalidad”, es decir, la vida cotidiana que vendrá a raíz de la actual pandemia de COVID-19.

A la par con lo expresado por algunos organismos multilaterales, principalmente los vinculados con el sistema de Naciones Unidas —la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)—, llamó la atención sus consejos sobre el origen de los alimentos a consumir por los 130 millones de mexicanos.

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En sintonía con sus autorizaciones para aumentar la importación de carne de pollo desde Estados Unidos y Brasil (entre otros orígenes), AMLO de nuevo tuvo expresiones desdeñosas y falsas para con la vibrante industria avícola mexicana, pese a hacerlo dentro de un contexto que supuestamente llamaba al nacionalismo y el consumo de lo local, de lo cercano.

En específico, y según lo recogió Multimedios, el presidente de México pidió “consumir carne de animal de patio y de potreros, no engordados con hormonas. Era una práctica consumir lo que se producía en los patios y luego por una mal entendida modernidad se dejaron de criar animales en los patios y se empezó a comprar el pollo de granja, los huevos de granja”.

No es la primera vez que desde el alto poder político mexicano se denuncia falsamente que la producción aviar utiliza hormonas para el engorde de los animales ni que se insinúa que la producción de traspatio tiene características superiores en calidad final de los alimentos ofrecidos a los hogares del país. A finales del año pasado, congresistas oficialistas y de oposición coincidieron en lo mismo.

El ataque de AMLO a la industria alimenticia en general no paró allí, reproduciendo tópicos comunes contra el sector que constantemente enarbolan sus detractores. También dijo que, “aunque sin prohibir, pido evitar el consumo de productos chatarra, elaborados con exceso de azúcares, harinas, sales, químicos, grasas y, en cambio, tomar agua pura”.

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