Luego de su certificación como primer productor aviar orgánico en este país suramericano, la lujanense Cocorokeen iniciará la comercialización de sus pollos criados en sistemas alternativos de producción.
En la localidad de Carlos Keen, en la ciudad de Luján (provincia de Buenos Aires), opera de manera certificada y desde el año pasado la firma avícola Cocorokeen, liderada por el emprendedor argentino Darío Ortiz.
En noviembre de 2019, Cocorokeen fue noticia al ser presentada por la Dirección de Producción de la provincia de Buenos Aires como la primera granja de pollos con certificación orgánica. Dicha dirección hace parte de la Secretaría de Producción y Turismo de la misma jurisdicción.
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En ese entonces, Ortiz comentaba a medios de comunicación como Tribuna del Pueblo y Diario de Cuyo que, “durante la primera etapa, el emprendimiento tendrá dos líneas de productos: pollos pastoriles (no orgánicos) y pollos con certificación orgánica, para en el corto plazo pasar a una segunda etapa para ser una granja exclusivamente orgánica”.
Consecuentemente, estarían en capacidad de producir 1,500 pollos pastoriles por semana y 4,800 pollos orgánicos cada dos meses. Esta producción estaría en el mercado desde el presente mes de febrero de 2020. “Entre las diferencias de la producción industrial y la orgánica se encuentran los tiempos de crianza, cantidad de animales por metro cuadrado, alimentación. Todo esto repercute también en los costos”, afirma el titular de Cocorokeen.
Dentro de las características de este ‘sistema orgánico’ argentino están densidades de hasta seis pollos por metro cuadrado, al igual que suministro a las aves de granos certificados sin transgénicos y alimentos balanceados sin proteína animal. Tampoco se usan medicamentos.
En Cocorokeen, sus pollos cuentan con espacios de pastoreo de casi una hectárea y media, con malla antipájaros para que no haya contaminación con otras aves. “Se obtiene una carne más oscura, más sabrosa y baja en grasa”, aseguró Ortiz.