2 de septiembre de 2015Si bien deploran situación humanitaria, vocero gremial asegura que el contrabando ha bajado significativamente.
El presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), Andrés Valencia Pinzón, aseguró al canal regional Teleantioquia que lamenta los atropellos recibidos por colombianos deportados masivamente desde Venezuela con motivo del cierre del paso fronterizo de San Antonio-Cúcuta, decretado unilateralmente el pasado 19 de agosto por el presidente bolivariano Nicolás Maduro. “Deploramos esta situación humanitaria y para ayudar a nuestros hermanos colombianos hemos decidido donar 10,000 huevos semanales para los refugiados en Cúcuta, hasta que el panorama se normalice”, informó el dirigente gremial.
De igual forma señaló que indirectamente la decisión del gobierno venezolano ha beneficiado la actividad avícola colombiana. “El cierre de la frontera empezó a ser parcial y nocturno en agosto del año pasado, de las 10:00 pm a 5:00 am. Ya en ese momento empezamos a ver una rebaja significativa en el volumen de pollo y huevo que entraba de contrabando desde Venezuela, afectando la producción nacional. Ahora con el cierre definitivo e indefinido, el impacto positivo es mayor, pero todavía no tenemos forma de calcularlo”, agregó Valencia.
El mismo vocero gremial había asegurado en junio de este año al diario venezolano Últimas Noticias que “uno de los grandes problemas que tenían en esta región era el contrabando de pollo, por eso nos gustó mucho la medida del cierre de frontera, pero aún persiste el contrabando. Mientras en 2013 el contrabando de pollo llegaba a 1,500 toneladas por mes, después de estas medidas y del empeoramiento de la situación económica en Venezuela, el contrabando se ha reducido cerca de 30 por ciento y calculamos que las toneladas que entran ilegalmente suman mil mensuales”.
Añadía en ese entonces el presidente de Fenavi que “todavía hay incentivos por el diferencial cambiario para que exista el contrabando. Además, vemos que no es un pollo producido allá (Venezuela), sino que es importado de Brasil o de Nicaragua, a pesar de eso hemos visto un repunte en el consumo local”. Los expendedores de pollo en Cúcuta habían manifestado a Valencia que “sí habían visto aumentar sus ventas y debido a la poca capacidad instalada que hay en la ciudad habían tenido que traer pollo desde Santander”.
No obstante, si bien percibían un repunte en las ventas de pollo crudo, los comerciantes cucuteños veían que “estaba ingresando de manera ilegal el animal vivo desde Venezuela. No podemos descartar que haya carne de pollo que se sacrifique en Cúcuta a partir de animales vivos que se traen en Venezuela, el contrabando se presenta y es también un posible peligro sanitario porque puede proliferarse la enfermedad Newcastle”.