El cupo para importaciones de este alimento fue agotado ya en el primer semestre, por lo cual los brasileños piden una nueva ampliación.
La demanda mexicana de pollo sigue siendo muy dinámica y la avicultura brasileña quiere aprovecharla para aumentar su participación como proveedor externo, la cual llegó en 2018 al 18.8% del total de importaciones de carne aviar en este importante mercado norteamericano.
Según lo informó el diario El Economista, Ricardo Santin, director ejecutivo de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), expresó recientemente que “Brasil está a la espera de que México defina si abrirá más su mercado de pollo a las importaciones”.
En la actualidad, las autoridades sanitarias mexicanas habilitaron 46 plantas de faena brasileñas para procesar carne de ave con destino a ser importadas. En la pasada vigencia, Brasil exportó carne de pollo y pavo por un valor de US$200 millones y en un volumen de 1,062 toneladas.
Cuatro años antes, en 2014, la participación brasileña era prácticamente nula. “La Secretaría de Economía de México abrió desde el 2013 un cupo de importaciones por 300,000 toneladas de carne de pollo, y lo amplió en mayo pasado con otras 55,000 toneladas, sin una perspectiva clara sobre si seguirá autorizando subsecuentes cupos”, explicó el informe periodístico.
Al cierre del primer semestre del año, los brasileños lograron exportar 515 toneladas de este alimento, una caída del 3% respecto a la vigencia anterior (531 toneladas). Santin atribuyó la baja a un rápido cubrimiento del mencionado contingente ampliado en mayo, lo que sucedió en unas pocas semanas.
Finalmente, “Brasil es el mayor exportador de carne de pollo del mundo, con ventas foráneas globales por US$6,007 millones en el año pasado. En el 2012, sus ventas al mercado mexicano eran nulas, pero México se ubicó como su séptimo mercado externo en el 2018, detrás de Arabia Saudita, China, Japón, Emiratos Árabes Unidos, Hong Kong y Sudáfrica”.