Cambios en la metodología para su medición incluyen estos alimentos de consumo masivo en el país canalero
A finales de enero de
2015, el presidente de la Asociación Nacional de Avicultores de Panamá, Luis
Carlos Castroverde, informó al diario Crítica que “estamos haciendo nuestras evaluaciones
del impacto en el reciente aumento en las tarifas por consumo de la energía
eléctrica, pero como hemos dicho, productos populares como es el pollo y el
huevo están y seguirán siendo regulados”.
En
ese entonces, el líder gremial dejó en claro que estos dos alimentos de origen
avícola no podrán sufrir variación alguna en los precios de venta al detal, ni
siquiera ante el incremento de las tarifas de consumo de energía eléctrica,
pese a que el mismo Castroverde recordó que “en la actividad de venta de
productos avícolas, hay que garantizar la cadena de frío. Dependemos mucho del
tema eléctrico”.
Argumentó
que “la comunidad puede tener la tranquilidad de que a través de la medida que
ha adoptado el Gobierno (regulación de 22 productos de la canasta básica), los
precios del pollo y el huevo van a permanecer sin ningún cambio”. Precisamente,
el mismo ente estatal definió desde el 16 de febrero una nueva metodología para
la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) o inflación en esta nación
centroamericana, centrada en cambios dentro la tradicional Canasta Básica de
Alimentos.
Así lo reportó el
portal Panamá América, asegurando que “catorce
productos entran a nueva estructura de la Canasta Básica de Alimentos”, para lo
cual se basó en un boletín publicado por la Autoridad de Protección al
Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco). “Según el informe, para el
caso de los distritos de Panamá y San Miguelito -los más populosos- ahora son
59 productos en vez de los 50 que se encuestaron hasta diciembre 2014. Acodeco
detalló que las diferencias metodológicas incluyen la incorporación de 14
productos y la salida de 5; así como la variación de las cantidades asignadas
de cada producto”.