Desde el año entrante, estos alimentos generarían por tributación cerca de COP1.5 billones (US$470 millones).
Se confirmaron los temores de los avicultores colombianos respecto a la anunciada inclusión de la carne de pollo y el huevo de mesa en el listado de los bienes que en adelante deberán cobrar el impuesto al consumo o IVA (impuesto al valor agregado) a sus compradores detallistas, una medida denunciada por estos agroindustriales como lesiva para productores y consumidores.
De acuerdo con el diario económico Portafolio, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público presentó el último día de octubre y ante el Congreso de la República su proyecto de Ley de Financiamiento, con el que el Gobierno central espera obtener los recursos adicionales que necesita para financiar un faltante de COP14 billones (US$4,400 millones) en el proyectado presupuesto general de la nación para la vigencia 2019.
De dicho déficit, se espera que COP11.4 billones (US$3,570 millones) provengan de la ampliación de la base gravable alrededor del 18 por ciento, medida que cobijaría por primera vez a los alimentos de origen aviar, las proteínas de mayor consumo por parte de los hogares colombianos.
Se encarecería el precio del pollo y del huevo
A juicio del presidente de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), Gonzalo Moreno, la aprobación de esta medida redundaría en una reducción del consumo de proteínas de origen aviar y en el encarecimiento de los precios de estas: “Las estadísticas que tenemos es una disminución del 8.7 por ciento en huevo y 10 por ciento en pollo”.
“Un huevo que vale COP350 quedaría costando COP416 más o menos. Con esto lo que van a hacer es redondearlo a COP450 con un efecto real más o menos de 28 por ciento de aumento en el costo de los precios. ¿Por qué nos preocupa? Tanto el pollo y el huevo son las proteínas más consumidas en Colombia por su alto contenido nutricional y por su bajo costo”, expresó Moreno en una rueda de prensa junto con otros representantes de sectores económicos que también se verían afectados.
Juan Felipe Montoya, presidente de Incubadora Santander-Huevos Kikes, la mayor empresa colombiana productora de huevos de mesa, había agregado en el pasado Congreso Nacional Avícola de septiembre, cuando fungía como cabeza de la junta directiva gremial, que incluir pollo y huevo en los artículos con IVA dispararía la informalidad en el sector, la cual calculaba era superior al 15 por ciento.
El proyecto de ley debe suplir cuatro debates positivos en el Congreso de la República durante las próximas semanas; ese cuerpo colegiado tiene hasta el 16 de diciembre para aprobarlo y convertirlo en ley con aplicación a partir del 1 de enero de 2019, lo que se da por descontado.
De esta manera, la libra de carne de pollo pasaría de costar los actuales COP5,000 (US$1.56) a valer COP5,900 (US$1.84); en tanto que la bandeja de 30 huevos subiría de COP9,500 (US$2.96) a COP11,200 (US$3.5). Esta año, la producción de estos alimentos cerraría con niveles de 1,563,568 toneladas de pollo y 13,827 millones de huevos.
Si se mantuviera la misma producción y venta en 2019 (pero los avicultores afirman que la demanda caería por lo menos 10 por ciento, lo que posiblemente hará revisar los estimativos de producción), el pollo tributaría por IVA unos COP703,605 millones y los huevos, COP783,530 millones; en total, COP1,487,135 millones (cerca de US$470 millones).