¿Cómo va la industria avícola colombiana?

Fusiones, promociones de consumo, importaciones de pollo son algunas de sus actuales características

Colombia
es el cuarto mayor productor avícola de Latinoamérica, tanto en pollo como en
huevo. La industria avícola colombiana cerró un buen año 2013. ”Tuvimos unos
crecimientos importantes, tanto en la producción de pollo, como de huevo, en el
sector en general” dice Andrés Valencia, presidente ejecutivo de la Federación
Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi). “En tonelaje, estuvimos cerca de
los dos millones de toneladas entre carne de pollo y huevo, un crecimiento por
encima del 11 por ciento, en comparación con el año anterior”.

El
crecimiento de la producción de pollo fue del 14 por ciento, con casi un 1.2 millones
de toneladas. Por otro lado, la producción de huevo creció alrededor del 5 por
ciento, con una cantidad superior a los 11,200 millones de huevos. La
importancia de 2013 estriba no sólo en el aumento de la producción, sino
también en el consumo per cápita. Actualmente, el colombiano consume 28 kg de
pollo y 236 huevos por persona al año.

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Integración de la industria

Esta
año Solla compró a Distraves. Desde 1950, Solla se dedicaba exclusivamente a la
formulación y producción de alimentos balanceados, pero al comprar Distraves,
entra en el negocio de la producción, procesamiento y comercialización de
pollo. ¿Será que la industria colombiana finalmente se está integrando
verticalmente y concentrando?

En
este tema, el Sr. Valencia nos dice que la industria avícola “se ha ido
consolidando; cada vez son menos empresas las que representan más del 50 por
ciento de la producción”. Este fenómeno está pasando tanto en pollo como en
huevo. “Yo creo que es una reacción normal del mercado, la atomización y los
pequeños productores, tanto de carne de pollo como de huevo, a veces no son
viables”.

Con
las fusiones y adquisiciones, “se está preparando la industria nacional para la
competencia internacional que creemos que se avecinará en los próximos años”.
Esto no va a ocurrir de la noche a la mañana, pero muy pronto quizás haya más
importaciones de productos avícolas al país, “especialmente carne de pollo
congelada de EUA, por lo que dicha consolidación de la industria, le permite
estar más fortalecida y más preparada para esa competencia”, señala el Sr.
Valencia.

El TLC con EUA hasta ahora

Desde
el punto de vista de la adquisición de materias primas, el impacto ha sido muy
positivo. El maíz y otros productos de EUA, como la soya, llegan sin aranceles
a Colombia. Pero, también llega carne de pollo sin aranceles, aunque el impacto
hasta el día de hoy ha sido menor, pues las importaciones están en 40 mil
toneladas al año, es decir, aproximadamente el 3 por ciento de la producción
nacional, niveles muy similares a los previos al TLC. La importación de trozos
de pollo, dentro de una cuota de importación de EUA con cero arancel, es un
contingente que no se está ejecutando en su totalidad. “No toda la industria
americana está interesada en exportar carne de pollo a Colombia”, comenta el
Sr. Valencia.

Por
ejemplo, en el primer trimestre de este año, se pudieron haber exportado a
Colombia alrededor de 7,300 toneladas, pero solamente se subastaron unas 2,300.
Es decir, hay una subejecución año con año del contingente. Dice el Sr.
Valencia: “Creemos que más adelante puede ser mayor la ejecución, en la medida
en que vayan entendiendo cómo funciona el mercado de pollo en Colombia”.

Cuestión de gustos

Al
consumidor colombiano no le gusta la carne de pollo congelada, por lo que esta situación
de mercado quizás haga que no se utilice el contingente. Cambiar los hábitos de
consumo va a ser difícil, a pesar de que en algún momento los precios puedan
ser mucho más competitivos. Pero tal vez sea cuestión de tiempo. “Lo que
nosotros creemos es que se va a incrementar y seguramente ocupará su capacidad
más adelante. Recordemos además que en 2025 queda totalmente abierto”, señala
el presidente de Fenavi.

Por
otro lado, los productos procesados de pollo en Colombia siguen siendo un nicho
pequeño. Como decíamos con anterioridad, al colombiano le gusta el pollo
fresco. “Quiere ir al supermercado y ahí mismo escogerlo, opción que existe en
algunos sitios de venta” comenta el Sr. Valencia.

“Eso
hace que la opción del pollo fresco siempre esté en el top of mind frente a cualquier otra cosa. Nosotros hacemos campañas
para que consuman pollo fresco 100 por ciento colombiano; que es nuestra labor
como gremio”. En Colombia hoy en día se consume más carne de pollo, que de res
o de cerdo.

El
pollo de EUA hay que traerlo obligatoriamente congelado, pero la cadena de frío
se rompe al momento de llegar a los supermercados, ya que se descongela, lo que
podría traer problemas de salud pública. “Esto lo hemos hablado con las
autoridades y hemos pedido que ese pollo no se descongele, sino que siempre se mantenga
y se venda congelado, que no se rompa la cadena de frío”, comenta el Sr.
Valencia.

¿Los mercados se equilibran?

Es
posible que la incertidumbre inicial sea fuerte y después se equilibren los
mercados. Hay una situación de precios que ha favorecido también la no
utilización del contingente. Hacia finales de 2013, el precio de los trozos de
pollo estuvo alto, pero además ha habido devaluación del peso colombiano
(superior al 4 por ciento). Eso puede encarecer los productos importados. “Seguramente,
cuando lleguemos al 2025, los contingentes nunca habrán sido utilizados, pero
quedarán libres totalmente”, añade el Sr. Valencia.

El mercado de huevo

“Este
año vamos a llegar a producir cerca de 12,000 millones de huevos, por lo que
nuestro consumo per cápita subirá a 250 huevos” comenta Andrés Valencia quien
reitera que. “Durante el primer semestre de 2014, el incremento de los precios
de los alimentos, la devaluación del peso colombiano y los precios
internacionales generaron menores ingresos a los productores”.

Una
de las presiones que tiene el sector del huevo es el precio interno, que ha
venido cayendo. La inflación de huevo en Colombia en 2013 fue negativa, cayó un
2 por ciento, mientras que la inflación total en Colombia fue de 1.94. La
inflación de pollo fue alrededor de 1.1 por ciento.

Esta
situación se ha visto agravada en algunas zonas del país por el contrabando,
especialmente de Venezuela, debido al tipo de cambio del bolívar, que hace que
los productos venezolanos sean muy baratos y a su vez que el mercado de la frontera
esté básicamente absorbido por la producción venezolana. Al norte de Colombia,
en la Guajira y en Cúcuta, se calcula que alrededor de un 40 al 45 por ciento
del mercado es de contrabando.

“Es
una situación realmente aberrante: mientras la gente hace fila en Venezuela
para poder adquirir alimentos de la canasta familiar, hay un mercado de
contrabando que gana altas rentabilidades”, explica el presidente de Fenavi.

Promoción de consumo de huevo

Fenavi
también promueve el consumo de huevo con campañas que apuntan a tempranas
edades. “Estuvimos trabajando con las autoridades que se encargan del bienestar
de la niñez en Colombia para que incluyeran al huevo y lo recomendaran en sus
guías alimentarias. Hoy en día, el huevo está recomendado para consumirse uno
diario en la dieta de los colombianos, especialmente los niños a partir de dos
años”, dice el Sr. Valencia.

Al
mismo tiempo, trabajan en campañas de publicidad con recetas, nutricionistas y
dietistas, para romper mitos y eliminar barreras al consumo. Promocionan el
consumo de huevo no nada más en el desayuno, sino en cualquier comida con
recetas que permiten muchas preparaciones, como en el almuerzo con ensaladas o
en la noche también con carnes frías. “Esto nos hizo merecedores en el último
Congreso Latinoamericano de Avicultura del premio a una de las mejores campañas
de promoción”.

Agravantes: transporte y granos

El
transporte sigue siendo un cuello de botella en la cadena de suministros en Colombia,
que encarece los costos. Incluso, algunos industriales han mudado sus
operaciones más cerca de los puertos, para tener un acceso más rápido a las materias
primas y para tener menores tiempos de tránsito. En particular “está pasando
con algunas empresas que se han pasado de la parte oriental, Santander, que ha
sido la histórica zona productora de pollo y de huevo, al Valle del Cauca, cerca
del puerto de Buenaventura que es el más importante del país”, comenta el
presidente de Fenavi. Por Buenaventura es donde entra una buena parte de la importación
de granos.

Parte
del problema de la falta de infraestructura se debe a las características geográficas
colombianas, pues tienen tres cordilleras y ciudades a grandes alturas sobre el
nivel del mar. Eso hace que construir carreteras en Colombia sea toda una
odisea. Ya se han asignado algunas licitaciones y concesiones viales, pero no
todo lo que está programado o proyectado está construido ni terminado.

Otra
agravante es que hay insuficiencia de producción nacional de granos. Pero, como
dice el Sr. Valencia: “Colombia no produce el suficiente maíz, ni soya, ni
sorgo, a pesar de tener tierras baldías que podrían ser apropiadas para esos
cultivos”. Como muchos otros países en Latinoamérica, hay una gran dependencia
de los granos internacionales.

Conclusiones

En
la avicultura de Colombia ha habido un ajuste interno en cuanto a la
consolidación de la industria, fusiones y adquisiciones. Por otro lado, además
de promover el consumo, trabajan en marcos regulatorios que permitan informar
bien al consumidor del tipo de pollo que se está comiendo.

“El
TLC es un acuerdo para toda la vida y lo que se haga ahora va a permitir
adaptarse mejor a las cosas que vengan en el futuro. En este momento no hay
impactos, pero estoy seguro que los va a ver. Hay que ver en qué velocidad y
qué hemos hecho nosotros en su momento para adaptarnos a eso” concluye el Sr.
Valencia.

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