Exportadores brasileños de pollo halal dudan de los negocios a largo plazo por la incertidumbre en su país y mayores costos.
A pesar de la consolidación de los negocios de Brasil con clientes de Medio Oriente – que es el principal importador de carne de pollo de este país, con casi 1.6 millones de toneladas en 2015 – el presidente ejecutivo de la Associação Brasileira de Proteína Animal (ABPA), Francisco Turra, destacó que hay un clima de temor entre los exportadores que participan en la exposición Gulfood, en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
“Varias empresas tienen recelo de cerrar contratos a largo plazo debido al momento de incertidumbre en Brasil, frente a la inestabilidad de los elementos que componen los costos”, dijo.
Turra se refiere al aumento de más del 30 por ciento en el precio del maíz, registrado desde principios del año. Hay otros factores que también impactaron, como la energía y los costos de mano de obra.
Brasil es un proveedor tradicional de alimentos al Medio Oriente. Ocupa hoy el liderazgo mundial en la producción y exportación de carne de pollo halal (específico para el mercado islámico). De los cinco mayores importadores del producto brasileño, dos son de la región: Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
De acuerdo con el presidente ejecutivo de la ABPA, el mercado árabe sigue animado con la carne de pollo producida en Brasil, con buenos niveles de compra de productos. En enero, Arabia Saudita (principal destino del sector brasileño) importó 24 por ciento más que en el mismo período del año pasado, índice cercano al crecimiento registrado por los Emiratos Árabes Unidos, de 20 por ciento. Porcentualmente, el incremento fue incluso más importante en los embarques a Kuwait, con 74 por ciento de aumento, y a Egipto, con 638 por ciento.