(Cortesía de Delacon)
Delacon y su subsidiaria Fitotek apoyan una región rural y económicamente pobre con proyectos educativos.
Mediante varias conferencias a un grupo de 60 maestros, la empresa de fitogénicos Delacon y su subsidiaria Fitotek buscan desarrollar las habilidades en metodologías de aprendizaje cooperativo de la Estructura Kagan en una región rural y económicamente necesitada en Chile.
De acuerdo con el maestro Christian Navarro, uno de los participantes, el proyecto aborda un punto débil de la educación en Chile: el trabajo en grupo, algo fundamental para la educación actual. “Estos tipos de experiencias ayudan a los niños a socializar mejor. Además, ayudan a desarrollar la inteligencia social y las competencias sociales”, expresó Navarro.
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Paulo Tomargo, director ejecutivo (CEO) de Fitotek, implementó este proyecto por razones personales. Siendo padre de dos, él reconoce la importancia de una buena educación. Por eso, quería hacer disponible condiciones similares a los niños en zonas rurales de Chile.
Algunos maestros ya han implementado aprendizaje cooperativo previamente conocido. “Es una herramienta de ayuda para lidiar con temas difíciles. Otro buen instrumento para transmitir conocimiento”, consideró Paola Solari Campos.
La educación en fitogénicos se pone en marcha cuando Delacon entra a los mercados. “Es un gran honor hacer posible este proyecto. Invertimos en la educación, ya que estos jóvenes son el futuro”, dijo Joerg Niebelschuetz, director de Operaciones y Finanzas de Delacon.
Para realizar el proyecto, Delacon y Fitotek contrataron a Entre Pares, una organización sin fines de lucro. Es la única acreditada para enseñar Kagan en Chile.