Se trata de una futura granja que estaría dedicada a la producción de carne de pollo, en el estado de Veracruz.
La fuerte oposición por razones ambientales ha logrado detener temporalmente la construcción de un complejo avícola en el sector veracruzano de Alto Lucero, cerca de la costa del Golfo de México, promovido por la firma Pilgrim’s Pride.
Según informaron varios medios locales, entre ellos Plumas Libres —perteneciente a uno de los grupos de interés—, “el Comité por el Bienestar y Defensa Ambiental de Los Atlixcos organizó una Asamblea Comunitaria Informativa con el apoyo de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental y profesionistas especializados en salud pública; lograron la clausura temporal de la obra civil para la construcción de la Granja Avícola El Llano. Esto porque los dueños no contaban con el estudio de impacto ambiental correspondiente”.
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Quienes se oponen al proyecto expusieron el potencial impacto a la salud para las comunidades aledañas, como “la propagación de enfermedades gastrointestinales que sufrirían las localidades cercanas en caso de operar la industria avícola, dado que la pollinaza (deyecciones del pollo mezcladas con plumas y alimento) propicia la generación de moscas y roedores, las cuales son vectores para transportar la bacteria de la Salmonella y la fiebre tifoidea”.
Asimismo, comentaron el alto riesgo de que los mantos freáticos y cuerpos de agua cercanos sean contaminados, si los sistemas de tratamiento de aguas residuales no funcionen correctamente. “Otra situación a destacar son las esporas de hongos, las cuales se generan en la pollinaza y son dispersadas por el viento por grandes distancias, llegando a las fuentes de almacenamiento de agua potable (tinacos, pilas, cubetas, etc.), provocando una epidemia infecciosa estomacal en los pobladores”.
La Procuraduría Estatal de Medio Ambiente tomó la decisión preventiva de detener las obras hasta contar con los estudios de impacto ambiental consolidados. Este contratiempo para la avicultura comercial de la región se une a otro recientemente acaecido en Chile, donde una megaexplotación de huevos de mesa fue desestimada también por razones ambientales y la presión de distintos grupos de interés.