Kikes incuba innovación en negocio avícola colombiano

Con varias apuestas por la calidad y la productividad, la mayor incubadora y productora de huevos de mesa en Colombia promete un 2019 con nuevos hitos.

Juan Felipe Montoya es el presidente de Incubadora Santander/Huevos Kikes, empresa avícola que lidera el mercado colombiano de huevos de mesa con más del 12 por ciento de participación y una producción diaria de cuatro millones de unidades que salen de sus granjas asociadas en distintas regiones de este país suramericano.

Pese a tener presencia nacional, su producción se concentra principalmente en dos de las zonas de mayor importancia avícola: el departamento de Santander (oriente, donde se encuentra la sede matriz), y en el norte del Cauca y el sur del Valle (departamentos vecinos entre sí, en el occidente colombiano).

Precisamente, es en esta segunda región —aprovechando la ventaja estratégica de la cercanía al mayor puerto marítimo colombiano en el Pacífico y las oportunidades tributarias de zona franca— donde Incubadora Santander viene desarrollando con éxito varias propuestas innovadoras.

Industria Avícola platicó con el empresario sobre el avance de dichas inversiones y su parecer respecto a las expectativas generales de la avicultura colombiana, toda vez que Montoya hace parte activa de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), entidad de la que fue hasta septiembre de 2018 su presidente en la Junta Directiva, durante dos años estatutarios.

Industria Avícola (IA): ¿Cómo marchan los proyectos energéticos en la Zona Franca Parque Sur, en Caloto (Cauca)?

Juan Felipe Montoya (JFM): Vamos muy bien. El primer biodigestor de gallinaza que instalamos produce 0.8 MWh, con 120 toneladas diarias de gallinaza fresca. Eso nos ha ayudado a reducir mucho los gases de efecto invernadero, los olores, obtenemos energía para nuestros procesos y generamos también un fertilizante orgánico de calidad. En 2019, a raíz del aprendizaje que ya tenemos, montaremos rápidamente otros tres biodigestores y los tendremos funcionando.

IA: Sobre la innovación en productos, ¿qué nos puede comentar?

JFM: Agregamos un millón de huevos diarios adicionales y estamos profundizando nuestra oferta con valor agregado. Por ejemplo, en huevo líquido pasteurizado ya tenemos la primera planta trabajando a tope de capacidad luego de año y medio, por lo que tuvimos que agregarle una línea adicional para responder a la demanda del mercado. Hoy producimos 600 toneladas mensuales y la idea es duplicarlas en 2019, cuando pongamos a funcionar los nuevos equipos.

Por otro lado, es difícil hacer del huevo en polvo u otros ovoproductos afines unos artículos de consumo masivo al detal. Son productos de nicho y eso pasa en todos los mercados.

IA: Y en agosto de 2018 lanzaron su línea de huevos en cáscara pasteurizados.

JFM: Así es. Se vende inicialmente con la marca Kikes Plus en almacenes de grandes superficies en Bogotá y Medellín (capital y segunda ciudad colombiana, respectivamente). Es un huevo seguro para todos, con él se pueden preparar con confianza platos que no requieren cocción completa, como huevos fritos o tibios. No necesita refrigeración. Tenemos la franquicia exclusiva para Colombia de esta tecnología y en el momento estamos produciendo y comercializando unos 800,000 huevos en cáscara pasteurizados al mes.

IA: Durante el XIX Congreso Nacional Avícola de septiembre pasado, en Bucaramanga, lanzaron una nueva marca de gallina procesada; cuéntenos.

JFM: Son gallinas fin de ciclo que se van a comercializar bajo la marca Doña Sabrosa. Vamos a procesar las nuestras y de otros productores. Nuestra planta está lista y tiene capacidad para 1,900 gallinas por hora. Al público en general, la marca estará lista finalizando 2018 y vendrá con productos diferenciados, como nuggets de carne de gallina, gallina despresada, gallina congelada y refrigerada (blanda, fresca).

IA: Usted ha hablado de exportar el modelo de negocios de Kikes, ¿en qué va ese tema?

JFM: Es algo que tenemos en nuestro listado por hacer. No lo hemos abandonado. En el mundo solo se exporta el 3 por ciento de la producción de huevos, por lo que es más fácil llegar a producirlos, a nuestro modo, en otros países. Esa es la idea. Hemos visto posibilidades muy interesantes en Centroamérica, Suramérica y hasta en África. No pensamos que tenga que ser aquí al lado solamente; igual, no es algo que se dará muy pronto, pero trabajamos en ello.


Producción libre de jaula

Incubadora Santander/Huevos Kikes ha liderado una convencida oposición a lo que Juan Felipe Montoya llama “la privatización del bienestar animal” por parte de competidores colombianos, quienes han buscado registrar nuevas marcas que les vincule de manera excluyente con esta exigencia del mercado y de las normas globales para la cría de animales de producción. “Nosotros producimos 800,000 huevos diarios de gallinas libres, en piso de galpón. Es más, primero producíamos así y luego trajimos las baterías de jaula, sin abandonar nuestros comienzos. Tenemos, además, registrada la marca ‘Kikes Libre de Jaula’, pero no la usamos; todos nuestros huevos son Kikes, vengan de jaula o de piso porque es el mismo huevo. Debemos hacerle entender al público que el bienestar es un tema que aplica a toda la avicultura cuando se hacen bien las cosas; no solo una marca o a una modalidad de producción en particular”.


La visión gremial

Juan Felipe Montoya llegó a ser presidente de la Junta Directiva de Fenavi (2016-2018), en representación del sector incubación, aunque también ha representado a sus colegas productores de huevo de mesa. Esta doble condición le otorga un conocimiento amplio del negocio avícola colombiano, del que asegura está conformado “por empresarios que se ocupan de los temas que nos tocan a todos, no hay un ánimo de mala competencia”. Sobre estas preocupaciones comunes, menciona la falta de seguridad jurídica, “con cambios periódicos en los planes de ordenamiento territorial, en las normas sanitarias y tributarias”. A finales de 2018, en Colombia se vivía un intenso debate alrededor de la posibilidad de gravar con IVA al pollo y al huevo, alimentos tradicionalmente exentos. “Eso sería gravísimo. El consumo caería 10 por ciento y la informalidad, que hoy es cercana al 20 por ciento, se dispararía, afectando los ingresos del gobierno y afectándonos como industria formalizada”. Para tratar de controlar la incertidumbre normativa, bajo la presidencial gremial de Montoya en Fenavi se trabajó en “un proyecto de ley avícola” que los empresarios esperan presentar próximamente al Congreso de la República.

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