28 de octubre de 2013En este número, el artículo principal es sobre nuestra base de datos de las 900 empresas avícolas del mundo que tenemos registradas. De esta información se desprenden las principales empresas en cada continente o región, y entre ellas, evidentemente está Latinoamérica. En la página 5 hay un cuadro con las 50 principales empresas productoras de pollo del mundo, entre las cuales se encuentran 11 latinoamericanas, es decir, el 22 por ciento. Hay cuatro empresas de Brasil, tres de México, una de Chile, una de Perú, una de Venezuela y una de Argentina. Pero, si observan con detenimiento, hay tres latinoamericanas en las primeras 10, dos brasileñas (BRF y Marfrig) y una mexicana (Bachoco). Y es precisamente una de las brasileñas, BRF, la que ostenta el primer lugar mundial, muy cercana a Tyson de EUA.
Más allá de los números, ¿qué significa esto? Pues creo que lo que significa es que las empresas latinoamericanas están dando una fuerte batalla global. Una cuarta parte de las empresas es latinoamericana, en este caso de pollo, pero también de huevo. Recordemos también que en este último rubro México se desempeña también en los primeros lugares.
Pienso que esto es algo que incluso va a seguir creciendo y polarizándose hacia nuestra región, sobre todo, si consideramos varios factores, como la disponibilidad de granos y oleaginosas o la cercanía a los productores de estos insumos (los tres grandes: EUA, Brasil y Argentina están en este continente), mano de obra, agua, así como relativa estabilidad política y económica. Hace 25 o 30 años, cuando EUA era el principal productor y exportador (y por mucho) de maíz, soya y pollo, nadie se imaginaba que este panorama cambiaría por una de supremacía latinoamericana.
La producción de alimentos es una tarea, que además de ser un negocio, es muy loable. Hace unos meses, cuando entrevisté a una productora hondureña de huevo, me quedó muy grabado en la mente cuando me dijo: “me gusta que me identifiquen como a una productora de alimentos”. Espero que a todos guste ser identificados como productores de alimentos.