La cifra corresponde al 35 por ciento del consumo nacional. El resto de la demanda la provee mayoritariamente Estados Unidos, con pequeñas participaciones de Brasil, Chile y Argentina.
En total, entre nacionales e importados, los mexicanos consumirán este año unos 3.2 millones de pavos, siendo aportados por los productores nacionales 1.34 millones de estos animales, especie oriunda de este país norteamericano.
Según reportó el matutino La Prensa, el presidente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA) de México, César Quesada Macías, confirmó que la producción nacional de estas aves experimentó un crecimiento global del 11 por ciento con relación al año 2017, alcanzando las 10,741 toneladas.
“Estos guarismos podrían ser mejores, pero las importaciones de alimento están deteniendo la poducción nacional”, explicó el directivo recordando que el 90 por ciento de las importaciones de pavo a territorio mexicano provienen de Estados Unidos, el restante 10 por ciento se lo reparten tres naciones suramericanas (Brasil 7.4 por ciento, Chile 2.4 por ciento y Argentina 0.1 por ciento).
“El consumo de pavo en México va en aumento lentamente, situación que se está reflejando en el mercado, ya que está generando un estímulo a la producción del alimento en el país, como es el caso de Yucatán, entidad que a la fecha ocupa el primer lugar en la producción del alimento con el 18 por ciento”, dijo.
La ingesta promedio de pavo entre los mexicanos se ubica en 1.43 kilogramos, pero hay entidades como Yucatán en donde este indicador se encuentra en 5 kg. A los meleagricultores yucatecos les siguen en volumen producido los de los estados de México y Puebla (cada uno con el 15 por ciento), Chihuahua (9 por ciento), Veracruz (8 por ciento), Hidalgo y Tabasco (aportan cada uno el 7 por ciento), Chiapas y Guerrero (5 por ciento, respectivamente), y Oaxaca y Campeche (3 por ciento, también cada uno).
Por último, Quesada agregó que la producción de pavo genera 3,430 empleos directos y 17,150 indirectos. Este sector avícola mexicano consume más de 34,000 toneladas de alimento balanceado, de las cuales el 63 por ciento corresponde a granos forrajeros.