Pequeñas avícolas sin intermediarios en Uruguay y Bolivia

En Santa Cruz de la Sierra se asociaron para construir su propia planta de faenado, mientras que en Uruguay buscan llegar directamente al consumidor final con puntos de venta respaldados por el gobierno.

Las cinco asociaciones que conforman la Comisión Departamental de Avicultores de Santa Cruz se unieron para construir un matadero en Bolivia con una capacidad de faenado de 50,000 pollos por día.

Según dijo al periódico Los Tiempos el presidente de dicha comisión, Winston Ortiz, esta planta de faenado permitirá evitar la intermediación e incrementar las utilidades para las cinco asocoaciones de productores.

De acuerdo con el dirigente gremial, en dos años se hará la compra del terreno, la construcción civil y adquisición de equipos de la nueva planta. “Estará ubicada preferentemente en el municipio de Cotoca (centro oriente) y contará con una inversión de al menos US$2 millones”. Ya hay un primer aporte de los socios de US$39,000.

Ortiz precisó que, “cuando el pollo está barato, el matadero nos sigue bajando, nos sabotean con el precio. Con nuestro propio matadero vamos a eliminar ese intermediario. Lo que ellos ganan, nosotros lo vamos a ganar”. Hoy, si un pequeño avicultor pretende sacar al mercado su producción, debe pagar al matadero BOB1 (US$0.14) por kilo de ave en pie.

Los avicultores bolivianos han denunciado que enfrentan pérdidas por los bajos precios del pollo, asunto que viene afectándolos desde principios de año, cuando dijeron que el sector se encontraba en emergencia.

Avicultores quieren vender pollo directo al público en Uruguay

Entretanto, en Uruguay, una delegación de la Cooperativa Nacional de Façoneros de Pollos Unidos (Conafpu) fue recibida por la Mariela Fodde, directora nacional de Economía Social e Integración Laboral del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), según un reporte del diario República.

En dicha reunión, los avicultores explicaron su proyecto de instalación de puestos de venta al público de pollo entero y trozado, y otros productos crudos o cocidos, que serían atendidos por mujeres jefas de hogar relacionadas de alguna manera con el Mides. Fodde comentó al final de la cita que “nos gusta el proyecto, nos parece que apunta a la doble inclusión social y productiva. Acordamos analizar los requisitos municipales y legales, y así comenzar a trabajar en la selección de los emprendimientos que puedan estar en condiciones de sostener la empresa”.

Por su parte, Daniel Pereyra, presidente de Conafpu, dijo que “se avanzó en el diseño de la idea y el proyecto les gustó muchísimo. Fundamentalmente, porque les llegan muchas propuestas en las que el Mides tiene que poner plata, y en este caso lo financiamos nosotros. Lo que le pedimos al Mides es que identifique a nuestra contraparte, a esas mujeres jefas de hogar que reúnan las condiciones para ser socias vendedoras de la cooperativa en este emprendimiento”.

Pereyra agregó que, al eliminar intermediarios en la cadena de distribución, “queda un margen interesante, que sería el ingreso de las mujeres, incluso con un precio de venta al público más bajo que el hoy paga el consumidor”.

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