El gremio argentino Capia aseguró que la reducción podría alcanzar un máximo del 4 por ciento al cierre del año.
Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia), ente que reúne a los productores de huevos de mesa en ese país, aseguró que, como consecuencia de varios factores liderados por la devaluación del peso, la generación de este alimento de primera necesidad sufriría en 2018 una contracción promedio del 2 por ciento.
La proyección fue recogida por la cadena radial FM Vos, al cual Prida declaró: “Veo una contracción de la producción de alrededor de 2 por ciento como media, con un piso de 1.5 por ciento y con un techo de 4 por ciento”.
De cualquier manera, el recorte productivo se dará como consecuencia de “la coyuntura económica del país: la subida del dólar, la suba de los precios del maíz, el precio de la soja, el costo de la energía eléctrica, el combustible líquido se nos ha ido de las manos y, lamentablemente, nos está quitando competitividad, por un lado, y, por otro, nos está quitando poder de compra y consumo de la gente”
La producción argentina de huevo se estima en unos 13,000 millones de unidades anuales, gracias a una parvada de 44.2 millones de gallinas en postura, “lo que significa un poquito más de una gallina por habitante. Tenemos un consumo de 1,120 millones de toneladas de maíz, 440,000 toneladas de soja, otorgamos 18,000 empleos en forma directa y 7,000 en forma indirecta”, explicó Prida.
El dirigente gremial aclaró que, “de los 13,000 millones de unidades de huevos, se comercializó en 2017 el 90 por ciento como huevo de mesa y 10 por ciento se destina a la industria como huevo procesado. Del total, en este momento, 97 por ciento se produce para el mercado interno y 3 por ciento se destina al mercado externo”.
En Argentina, la ingesta per cápita es de 281 unidades de huevos. No obstante, se producen alrededor de 300 huevos por habitante al año. Para finales de 2018, Capia espera que el consumo interno crezca alrededor de 2.5 por ciento (288 huevo/persona).