Producción de pavo en España refuerza al sector avícola

Aunque es pequeña en comparación con el sector de pollo de engorde, los productores españoles de pavos gozan de una creciente demanda.

Se cree que la creciente popularidad de la carne de pavo en España ha contribuido de forma importante a la mayor producción del sector avícola del año pasado.

La información provisional que publicó el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) de ese país reveló que, en 2017, hubo un ligero aumento en el volumen total de producción de carne de aves, que alcanzó la cifra de 1,542,189 toneladas, un 1.17 por ciento más que en 2016. Sin embargo, el número de aves sacrificadas disminuyó un 0.42 por ciento a 760,611.

El Mapama atribuyó este aumento en tonelaje, pero disminución de aves sacrificadas, al mayor número sacrificado de pavos y otras aves grandes. El año pasado, el sector del pollo de engorde sacrificó 659 millones de aves, 0.5 por ciento menos que en 2016, mientras que el sector de pavos sacrificó 24.6 millones de aves, un aumento de más del 15 por ciento. Esto dio como resultado 1.26 millones de toneladas de carne de pollo, una contracción de poco más del 1 por ciento en comparación con el año anterior, mientras que en el sector del pavo se produjeron 219,958 toneladas de carne, un aumento del 17 por ciento.

Más granjas para satisfacer la demanda

En la última década, la industria avícola española ha sido testigo de una expansión gradual y, hasta hace poco, se benefició solo del lento crecimiento de las exportaciones de carne de aves y las grandes ganancias en exportaciones. Esta mejor situación se ha traducido en una mayor cantidad de granjas que producen carne de aves.

Hasta enero de este año, en España había 18,473 granjas avícolas, cifra 5.86 por ciento mayor que la registrada en enero de 2016. Si bien el número de granjas ha crecido en más de un tercio en la última década, es en pavo y otras especies menores donde el crecimiento ha sido mayor.

La carne de pollo aún domina firmemente el sector, con más del 80 por ciento del total de la producción. Aunque el año pasado el número de granjas de pollos de engorde aumentó 0.8 por ciento, fue la producción de pavo la que tuvo una expansión mayor. En 2017, se establecieron en el país 200 nuevas granjas de pavo, un aumento del 13 por ciento. Hoy en día, las granjas de pollo de engorde y de gallina de postura representan solo el 40 por ciento de las granjas avícolas que operan en el país, mientras que, hace una década, representaban casi tres cuartas partes del total.

Los desafíos del sector de pollo de engorde

A pesar de la continua expansión del sector avícola, y a diferencia de los productores de pavo, el año pasado no fue fácil para la industria española de pollos.

El 2017 se caracterizó por una fuerte variación de precios y por un precio promedio al productor ligeramente por debajo del logrado en 2016, el cual fue significativamente menor que el promedio conseguido por sus homólogos europeos. Los precios se contrajeron de enero a mediados de abril. A esto le siguió un fuerte aumento durante los meses de verano, para que después le siguiera una disminución por debajo del precio promedio registrado en 2016.

Entre los factores que contribuyeron a los menores precios en España estuvieron el regreso continuo a la carne roja —ya que la mejor economía ha resultado en que el consumidor haya gastado de forma más generosa—, el crecimiento de las importaciones y la pérdida del mercado clave de exportación del país.

Desde 2014, España había exportado más carne de aves de la que importaba, pero en 2017 esto se revirtió. Suráfrica ha sido el principal mercado de exportación de los españoles y, como resultado de las restricciones en importaciones avícolas europeas de ese país, España no ha podido encontrar mercados alternativos que compensen por completo esta pérdida de acceso. A pesar del aumento de embarques hacia mercados del exterior, durante el 2017 las principales exportaciones avícolas del país disminuyeron en 7.67 por ciento, en comparación con 2016.

Cambio de los patrones de consumo

La cantidad total de carne de aves consumida en España el año pasado disminuyó un 2.6 por ciento, a 592,831 toneladas, con un consumo per cápita de 32.9 kg, menos de los 33.4 kg de 2016.

El Mapama hizo notar que, durante los primeros seis meses del año pasado, el consumo de carne de pavo del país estaba en 38,005 toneladas: aumentó 1.73 por ciento en comparación al mismo periodo en 2016 y fue 3.89 por ciento mayor que durante los primeros seis meses de 2013.

Esto contrasta con el consumo de carne de pollo, que estuvo en 592,831 toneladas, una disminución de apenas 2.6 por ciento y que continúa la tendencia a la baja que viene desde 2012.

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